Un equipo científico internacional publicó hoy la primera secuencia de referencia del genoma del trigo, a partir de la cual se espera poder realizar mejoras agronómicas, por ejemplo, para que sea más resistente a las enfermedades, a la sequía o al frío.
El Centro Nacional de Investigación Científica de Francia (CNRS), que ocupa una posición de líder en el Consorcio Internacional de Secuenciado del Genoma de Trigo (WGSC), explicó en un comunicado que se han identificado más de 107.000 genes y cuatro millones de marcadores.
Etienne Paux, uno de los científicos implicados en este trabajo que se ha desarrollado durante 13 años, puntualizó a la agencia EFE que se ha secuenciado al completo una de las decenas de miles de variedades de trigo blando que se conocen.
Paux hizo notar que algunos de los genes ahora conocidos están implicados en la calidad del grano, la resistencia a las enfermedades o la tolerancia de la sequía, lo que debe permitir crear variedades más rápidamente que hasta ahora para una mayor productividad y para cultivar el trigo con menos pesticidas.
El secuenciado completo permite estudiar la organización de los genes, cómo se regula su expresión y entender los mecanismos de su evolución desde su formación hace unos 10.000 años.
El INRA destacó que el tamaño y la complejidad del genoma del trigo es cinco veces mayor que el del genoma humano y 40 veces mayor que el del arroz.
El trigo blando es el cereal más cultivado en el mundo, con 220 millones de hectáreas y constituye el alimento de base para el 30 % de los humanos. De hecho, supone de media el 20 % de las necesidades alimentarias.
Teniendo en cuenta el crecimiento de la población mundial y unas condiciones medioambientales y sociales sostenibles, se calcula que hace falta una progresión anual de los rendimientos del trigo del 1,7 %.