En los próximos años se espera que la población a nivel mundial crezca de forma abrupta alcanzando para 2050 un total de 9.700 millones. Por eso, es fundamental ser más eficientes en la producción de alimentos. Y los nutrientes son un nexo clave.
Así lo aseguró el canadiense Terry Roberts, presidente del Instituto Internacional de Nutrición Vegetal (IPNI, por sus siglas en inglés), quien llegó a la Argentina especialmente para el Congreso de Aapresid.
En primer lugar, Roberts destacó que en la producción es un sistema complejo donde hay variables controlables (fertilizante, insecticidas, siembra) e incontrolables (luz, temperatura, humedad, suelo). Según el experto, todas estas variables juegan para para obtener el mayor rendimiento y calidad de los cultivos.
En este sentido, hizo mención a la brecha de rendimiento que existe a nivel mundial, y sobre todo, en Argentina. "En los países desarrollados las brechas de rendimiento son menores que en otras regiones", consignó. Por ejemplo, en el caso del maíz, En Estados Unidos, la brecha es de solo 22% mientras que en Argentina, del 41% y Brasil, del 46%. Más lejos, se encuentra Africa, que esa brecha marca un 83%.
En el caso de Argentina, haciendo referencia a los tres principales cultivos, Roberts indicó que en soja la brecha es de 31% (1.200 kilos) , en maíz, de 41% (4.800 kilos) y en trigo, también el 41% (5.300 kilos).
Por lo que para poder alcanzar estas brechas, recalcó que se necesitarán nutrientes extra: 1,37 millones de toneladas de urea, 800.000 toneladas de fosfato monoamónico, 900.000 toneladas de potasio y 500.000 toneladas de sulfato de calcio más.
"Hay que recuperar la fertilidad si se quiere mantener el suelo y que sea saludable", resumió.
A continuación, Roberts comentó que desde 1960 la utilización de fertilizantes a nivel mundial viene creciendo, pero hay grandes diferencias entre regiones. En Asia, para destacar, se utiliza el 50% del total de nutrientes ya que tiene el 30% de las tierras cultivables y 55% de la población. En Sudamérica y Norteamérica viene creciendo su uso. Sin embargo, en Europa, viene cayendo.
En este contexto, para el ciclo 2018/19 la demanda global alcanzará 189 millones de toneladas, menos de 1% de crecimiento, y para el 2022/23, se llegará a las 200 millones de toneladas.
"Africa es el continente que más aumentará el uso de fertilizantes, pero hay que tener en cuenta que ahora la nutrición de los cultivos es muy pobre", sostuvo.