La recuperación del riesgo país que se había observado en julio se perdió en agosto. Ese indicador que de un vistazo permite ver el “sentimiento” del mercado tocó este miércoles los 620 puntos, marcado el pico máximo en la era Macri. El anterior récord (negativo) de este Gobierno fue 610 puntos el 29 de junio, justamente cuando el dólar llegó a asomarse a los 30 pesos. Desde entonces se había observado una recuperación: el dólar bajaba y la bola subía. Un poco menos, pero recuperación al fin, habían mostrado los bonos, tanto que el riesgo país se había llegado a acomodar en 551 puntos (estaba 380 en enero). Pero en los últimos días la tendencia se revirtió. Si bien el torniquete monetario del Banco Central mantiene al dólar a raya, las acciones y los bonos caen en forma sostenida. Analistas coinciden en que las derivaciones “impensadas” del escándalo de los cuadernos está dominando la escena. Los papeles de la deuda rinden hoy en torno al 8% y el bono a 100 años superó el 9%
El escándalo de coimas, arrepentidos, acusaciones y detenciones es un eslabón más en una serie de eventos desafortunados (algunos auto infligidos) que debió enfrentar el Gobierno en los últimos meses, o puntualmente desde que se anunció la reconfiguración de metas de inflación a fines del año pasado.
El mercado, justificadamente o no, recibió esa decisión tomada en el hoy ya lejano 28 de diciembre de 2017 como una mala noticia. La tormenta se agravó en febrero cuando la tasa de interés de Estados Unidos amenazó con dispararse, a ello siguió la desconcertante intervención cambiaria del Banco Central en marzo, la disparada del dólar en abril, la aceleración de la devaluación en mayo y junio y, acompañando todos esos hitos, la feroz sequía que le restó a la economía unos 8.000 millones de dólares.
Esa tormenta perfecta que se desató en febrero y aún no paró echó por tierra con las proyecciones de inflación y crecimiento, y obligó a pedir el salvavidas del FMI.
Logrado el acuerdo con el organismo, ahora viene la etapa exigente, la de cumplir con el severo ajuste fiscal y monetario, para bajar el déficit y la inflación. Esto es un seguimiento que el mercado hace con cierta desconfianza. Porque para lograr el recorte fiscal habrá que aceptar las antipatías de la población, justo cuando ya se largó la cuenta regresiva por las elecciones presidenciales de 2019.
Los analistas piensan que los cuadernas podaron las chances electorales del kirchnerismo, pero no se ve que el Gobierno aún pueda capitalizar a su favor el inesperado escándalo.
Algunas opiniones recogidas ayer entre los inversores:
Norberto Sosa: (IEB Invertir en Bolsa): “El dólar se estabilizó y la corrida parece agotada, pero el panorama hacia adelante no es fácil. La economía no crecerá este año y el escándalo de los cuadernos pega porque hay empresas que ya están sufriendo en carne propia las denuncias, como Albanesi. Y esto recién empieza. Además, si la recaudación empieza a mermar, cómo hará el Gobierno para cumplir las metas fiscales?”
Alejandro Henke (Proficio Investment). “Pareciera que se destapó una olla política, una suerte de Lavajato a la argentina, que no se sabe que dinámica política y judicial va a generar, es todo muy incierto”
Federico Furiase (Eco Go). Afuera no está todo tranquilo. Tenemos algo de ruido por el la “causa cuadernos” y la escalada de la guerra comercial entre China y Estados Unidos. Pero lo fundamental pasa por los desequilibrios estructurales que tenemos y los fondos que no tenemos para cerrar el programa financiero hasta diciembre de 2019. Además, hay que evaluar el ruido político en torno a las elecciones con un gobierno perdiendo imagen frente a la recesión.