El Ministerio de Agroindustria, a través de la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario, clausuró un molino harinero que cedía su matrícula intransferible del Registro Único de la Cadena Agroalimentaria (RUCA) a un tercero, cometiendo importantes infracciones comerciales y violando el Código Alimentario Argentino (CAA).
El personal actuante detectó que la firma había presentado quiebra sin reportar el hecho a la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario (DNCCA) y había cedido las instalaciones a otra firma que explotaba el molino de manera exclusiva, usurpando las marcas comerciales de las harinas producidas.
Se constató también que todo el trigo hallado en depósito no contaba con ninguna documentación comercial de respaldo, lo que presume que fue adquirido en el mercado informal. El hecho motivó la clausura inmediata del establecimiento y la suspensión de la titularidad de más de 200 toneladas de trigo.
La operatoria descripta no solo atenta contra las normativas comerciales vigentes, sino que además vulnera el CAA, dado que las registraciones sanitarias de las harinas comercializadas son las que permiten garantizar la aptitud de consumo de los alimentos, y no pueden ser cedidas a terceros las correspondientes certificaciones nacionales y provinciales.