Un nuevo informe elaborado por AgroIdeas, nos detalla que lamentablemente el sector ganadero se encuentra en un momento complicado como consecuencia del estancamiento de precios que viene soportando en los últimos 12 y 24 meses. A su vez, desde fines de diciembre de 2017, la moneda nacional se encuentra en un fuerte proceso devaluatorio con respecto al dólar.
El actual tipo de cambio ha sufrido una depreciación del 52% desde los valores vigentes a fines de fines del año pasado, sin embargo el impacto es diferente sobre los precios agrícolas y la ganadería. Es decir que, el precio de la producción para los principales cultivos agrícolas está fijado por el mercado internacional, por lo cual el impacto de la devaluación es directo y en forma inmediata.
En la actividad pecuaria el precio del producto lo fija el mercado interno, por lo cual la respuesta no siempre es directa e inmediata con la grado de devaluación. Así por ejemplo, como se observa en el cuadro siguiente en relación a los precios de diciembre de 2017, el precio de la soja en pesos corrientes aumentó un 71%, el maíz un 67%, en tanto que el dólar subió un 52%. Por el contrario, en el caso de la ganadería, la valuación del ternero de invernada según datos del Rosgan se incrementó solamente un 11% en el mismo período y el ternero gordo Mercado de Liniers un 23%.
Para evaluar un impacto aproximado en la ganadería que podría tener la variación de la cotización del dólar, AgroIdeas analizó lo ocurrido en las últimas devaluaciones. Destaca que con la salida de la convertibilidad con la crisis del 2001, la devaluación del peso provocó una profunda modificación de los precios relativos. Sin embargo, en el caso de la actividad ganadera, el incremento de la rentabilidad no fue inmediato.
Como puede apreciarse, en abril de 2002 con una devaluación del 186% el Índice de Precios Mayoristas (IPIM) de la hacienda subió un 61%. Sin embargo a partir de mediados de 2002, condujo a un acelerado incremento en el precio de la hacienda. Este incremento no se vio reflejado en igual medida en el precio de la carne al consumidor, como consecuencia directa del incremento del precio del cuero que "subvencionó" el incremento del precio de la carne.
En la devaluación de enero 2014, tanto el precio de la hacienda de invernada, gorda y el precio de la carne al consumidor copiaron la devaluación del precio. En la devaluación de diciembre de 2015 - la devaluación más anunciada de la historia- el precio de la hacienda de invernada, gorda y la carne al consumidor habían subido previamente en el mes de noviembre. A diferencia de la devaluación anterior, el precio de la hacienda no tomó el 100% de la devaluación, sino que subió la mitad de la misma a lo largo del año.
Luego de dicho análisis, hacen hincapié que desde fines del año pasado hasta fin de junio el peso se devaluó un 52% con respecto a la moneda norteamericana, en tanto que el precio del ternero de invernada se incrementó un 11% y el ternero gordo en el mercado de Liniers un 23%.
Con respecto a la faena, el informe explica que el mes de junio fue de 1.024.308 totalizando un 6,48 M de cabezas en los primeros seis meses de año, lo que representa un 7,13% superior al igual período de 2017. Este crecimiento viene dado fundamentalmente por un importante incremento de la faena de hembras, que en el mes de junio alcanzó 46,5%.
Estos valores de faena permanecerán altos en los próximos meses, habida cuenta que la ocupación de los feedlots se encuentran en los niveles más altos de los últimos años. Es importante resaltar, que la devaluación impactó de lleno en el costo de la alimentación en el feedlot, incrementándose el costo del kilo producido.
Por último, el informe se enfocó en las exportaciones y en el incremento de los precios de la Invernada, Gordo, Carne y Pollo. En cuanto a las exportaciones, explica que durante los primeros cinco meses del año, el volumen de ventas externas crecieron un 60%, siendo La República Popular China el principal destino de exportación con el 50% de las toneladas exportadas. En este período las exportaciones alcanzaron las 181.314 toneladas equivalente res con hueso, lo que representa un 14% de la producción en playa de faena.
En lo concerniente a los precios al consumidor de los distintos cortes de carne vacuna, según el relevamiento de precios que realiza el IPCVA, en el mes de junio mostraron un incremento del 6% con respecto al mes anterior. En tanto que la variación intearanual fue del 24% quedando por debajo de la inflación de los últimos doce meses. En lo que respecta a la carne de pollo, en el último mes registró un incremento de precios al consumidor del orden del 9%, con una variación interanual del 37%.