El Ministerio de Energía definió un aumento de entre 7% y 13% para los
precios de los biocombustibles que se mezclan con naftas y gasoil e impulsará la
suba de los combustibles líquidos, que todavía no aplicaron Axion y Shell.
A través de dos disposiciones de la Subsecretaría de Recursos
Hidrocarburíferos, que conduce Marcos Pourteau, el Gobierno estableció para
julio el precio del biodiesel para su mezcla con gasoil en $ 20.944 por
tonelada; mientras que los valores del bioetanol para usar en naftas fueron
fijados en $ 19,143 por litro para el elaborado a partir de caña de azúcar y en
$ 15,919 para el de maíz. Se trata de incrementos de 7,42%, 7,93% y 12,92%,
respectivamente, en relación a los precios que regían desde el 1´ de junio.
Como obligatoriamente el gasoil se corta en un 10% y las naftas en un 12% con
biocombustibles, las petroleras podrían aplicar un 0,7% de ajuste extra en el
gasoil y un 1% más en naftas además de lo que decidieron actualizar para cubrir
sus costos, por la devaluación. Ayer, la marca Puma, de Trafigura, aumentó un 6%
promedio sus valores en surtidores.
No obstante, para Patrick Adam, director ejecutivo de la Cámara Empresaria de
Bioetanol de Maíz, el reciente ajuste apenas alcanza. "En noviembre del año
pasado nos bajaron los precios y ya planteamos nuestros reparos a la revisión de
la fórmula que se hizo. No es que estemos ganando más con este aumento, porque
en dólares hubo una pérdida", lamentó.
Por su lado, Claudio Molina, de la Asociación Argentina de Biocombustibles e
Hidrógeno, valoró que el Gobierno al menos cumple con actualizar los precios
todos los meses con una disposición, pero "la fórmula cubre el mes anterior y
siempre queda atrasada". "Es un momento difícil porque YPF nos paga a los 30 ó
45 días", explicó Molina sobre el contexto de volatilidad.
Desde la petrolera estatal, que incrementó entre un 5% y un 8% los
combustibles para el público minorista este domingo, negaron que este ajuste se
traslade en los próximos días a los surtidores.
Los productores de biocombustibles esperan ser convocados en el futuro para
discutir una nueva alza en el porcentaje de corte en las naftas y gasoil. Sin
embargo, la devaluación trastocó planes y ahora se visualiza lejano ese
encuentro, ante las prioridades que impone desarmar los esquemas tarifarios
trazados por el ex ministro Juan José Aranguren.
En las últimas horas, el Gobierno dejó trascender que solamente habilitará
una suba de tarifas de 25% en luz y gas a partir de septiembre y octubre,
respectivamente. Como era previsible, repercutió en las acciones del sector, que
siguen en baja y en menos de dos semanas acumularon una pérdida mayor al 20%.
Fuentes de Energía comentaron que, a pesar del claro pedido del Fondo Monetario Internacional (FMI) de reducir los subsidios, el Gobierno sigue analizando cómo hará para cumplir esa solicitud sin volver a una libertad total de mercado, que implicaría subas tarifarias por encima del 70%, debido a la dolarización del sector.