El Ministerio de Agroindustria, a través de la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario, realizó interdicciones y clausuras en Entre Ríos, Córdoba y Buenos Aires, en las cadenas agroindustriales de granos y lácteos.
Las inspecciones en Entre Ríos y Córdoba en el sector granario derivaron en la retención de más de 1300 toneladas de granos. En el parque industrial de Villaguay, Entre Ríos, fue clausurada una planta de alimentos balanceado al constatar faltas como información apócrifa en los Libros Oficiales, ventas de cereal a los puertos de Rosario que se realizaron sin que la firma tenga matrícula de Registro Único de Operadores de la Cadena Agroindustrial (RUCA) para operar en ese rubro. Estos movimientos se detectaron en la documentación exigida durante la inspección, y se encontraban ocultos en la trazabilidad de los libros oficiales. Se puso bajo interdicción más de 830 toneladas de trigo y sorgo.
En la localidad cordobesa de Colonia Caroya, se realizaron tareas de fiscalización en una planta procesadora de granos y legumbres, donde tras realizar el cubicaje técnico de existencias, se detectó un faltante de mercadería de más de 430 toneladas de garbanzo y poroto. En esa instancia, el operador manifestó que la mercadería estaba en un depósito no declarado ubicado a unos 5 km de la planta, constatada la situación por los actuantes se puso bajo interdicción la totalidad de la mercadería y se inhabilitó la utilización del mencionado depósito.
Entre los operativos realizados agentes de la Dirección Nacional de Control Comercial Agropecuario, realizaron inspecciones en diez establecimientos elaboradores de productos lácteos, y dos usuarios de industria láctea de las provincias de Buenos Aires (Tandil) y Córdoba.
En estas inspecciones se detectó que los establecimientos se encontraban funcionando sin poseer la matrícula obligatoria del RUCA. Como consecuencia de la infracción, fueron interdictados 9.875 kg de quesos de diversos tipos. También se prohibió el traslado o disposición de modo alguno fuera de los establecimientos de la mercadería, hasta tanto regularicen su situación en el registro.
Además se controló si cada uno de los establecimientos cumplía con el Sistema de Pago de Calidad en la compra de leche cruda y con su deber de información ante el Sistema Integrado de Gestión de la Lechería Argentina (SIGLeA) del Ministerio.
La detección a tiempo de operaciones encubiertas de compra y venta, en la cadena cerealera, mejora la confianza de todos los actores a la hora de depositar el cereal de su producción en una planta. Un estado presente protege mejor a aquellos operadores que cumplen con sus obligaciones comerciales.