La venta de los activos de SanCor al grupo agroindustrial Adecoagro sigue en curso en medio de novedades que involucran una auditoría sobre las plantas de la cooperativa láctea, el acuerdo preventivo extrajudicial (APE) y hasta la deuda que la firma mantiene con la AFIP por un monto de $2500 millones.
En abril pasado, luego de haber desistido de la oferta del grupo de Nueva Zelanda Fonterra, una asamblea de socios de SanCor avaló avanzar en una negociación con Adecoagro, el grupo manejado por management local que cuenta con financiamiento de varios fondos internacionales. Según trascendió, el grupo ofreció US$400 millones por no menos del 90% de los activos de SanCor -diez plantas, dos centros logísticos y marcas comerciales- a colocar en una nueva sociedad anónima, SanCor SA.
Por estos días, Adecoagro, que también es el principal productor lechero del
país con casi 300.000 litros diarios, está realizando una auditoría sobre las
plantas que tiene la cooperativa láctea, observando lo que va encontrando a su
paso.
En medio de la crisis que se desató el año pasado, SanCor se fue desprendiendo
de varias plantas, como las de Coronel Moldes (la compró la cooperativa de
Huanchilla, Córdoba), Centeno (adquirida por La Tarantela, una firma proveedora
de mozzarella) y está haciendo la transferencia de la planta de Charlone a
Lácteos San Gotardo. Hubo rumores de una venta de la planta de Brinkmann a un
grupo español, pero no se concretó.
En tanto, por US$35 millones la cooperativa se desprendió del 50% de una fábrica de proteína de suero en Córdoba. Se la vendió al grupo sueco-danés Arla Foods, que ya tenía el otro 50 por ciento. Con esta venta, más 450 millones de pesos que recibió del Gobierno vía el Fondear, plata que quedó en un fideicomiso, SanCor tuvo fondos para operar.