Desde los años 90, el sur de la provincia de Bueno Aires se ha desarrollado un ambiente comercial favorablemente para la producción de cebollas. Una de las claves ha sido la certificación en origen. El inspector del Senasa en la zona, Edgar Kroneberger, cuenta cómo visualizan este crecimiento y cómo ha sido el proceso certificatorio.
"Desde 1999 estamos certificando calidad y sanidad de la cebolla, un pedido de productores y empacadores", reconoció el funcionario.
"La importancia de la certificación en origen es que se reducen las demoras en frontera y esto mejora la calidad del producto que llega antes a destino, por eso se esta pidiendo para otros productos como papa y ajo", contó Kroneberger.
En la región hay actualmente 100 plantas de empaque, de las cuales, ha habido épocas con 70-80 habilitadas, aunque hoy hay 30 "porque la exportación ha bajado un poco".
Kroneberger pondera la calidad que tiene la cebolla esta campaña, traccionada por una muy buena sanidad, aunque advierte que "hay que ver cómo termina el partido en la comercialización".
Un dato curioso: "Brasil compra cebollas mediano, calibre 3, mientras que el mercado argentino prefiere calibre 4".