El productor Gustavo Grobocopatel leyó un mensaje a los presidentes al finalizar la Cumbre Empresarial de las Américas, que se realizó la semana pasada en Lima, Perú. A continuación, una síntesis de su discurso:
"Los empresarios vinculados al mundo de los agronegocios hemos consensuado un documento que refleja nuestra visión, ideas y desafíos de corto, mediano y largo plazo, entendiendo que la complejidad y profundidad de los mismos requieren un abordaje sistémico, que integre a los sectores público y privado y la sociedad en su conjunto".
"Creemos que estamos en el lugar adecuado -las Américas- y en un sector y momento adecuado, ya que la demanda de nuestros productos crecerá en cantidad y calidad durante las próximas décadas. Tenemos un compromiso con los habitantes de este mundo para su provisión en tiempo y forma".
"No hay otra región en el planeta que tenga las condiciones de las Américas para proveer los alimentos que se demandarán y las materias primas para la construcción, la vestimenta, medicinas, y otros múltiples usos".
"La región es una amplia plataforma fotosintética que convierte sol y agua en múltiples productos que salen de nuestros valles, llanuras, bosques, montañas, mares y ríos. Tenemos agua abundante y barata, mucho más que el resto del planeta. Pero sobre todo tenemos una cultura sobre cómo cultivar, que proviene de la América ancestral y remota, adquirida y mejorada por las migraciones recientes".
"Sobre estos fundamentos nos encontramos cabalgando en una convergencia tecnológica sin antecedentes y sin límites conocidos. La biotecnología permite diseñar plantas transformándolas en fábricas que absorben CO2 y utilizan la energía solar. Son la base de una nueva revolución industrial verde que ocurrirá en las zonas rurales de nuestro Continente. Serán acompañadas por una nueva química, la microbiología que domestica a microorganismos y por las tecnologías para sembrar sin remover la tierra. Por primera vez en la historia, agricultor no es sinónimo de labrador y podremos entregar a nuestros hijos suelos mejores de lo que los recibimos. La robótica, la agricultura de precisión, la nanotecnología, la gestión basada en la inteligencia artificial, la internet de las cosas, el aprendizaje de las máquinas y la uberización de la logística y los servicios, cambiarán las formas de organización, la división del trabajo y del uso de los activos".
"Pero no estaremos condenados al éxito, debemos prepararnos. Los empresarios, los Estados y las organizaciones de la sociedad, debemos trabajar juntos para hacer este proceso con esperanza, incluyendo a las mayorías, generando progreso para muchos e inclusión para todos".
"Los empresarios estamos dispuestos a liderar innovando, con esfuerzo y creatividad, arriesgando nuestro capital. Para ello, necesitamos infraestructura de la dura y de la soft. Necesitamos, también, de instituciones de este siglo y un Estado de este tiempo: un Estado facilitador, constructor de bienes públicos, un Estado que aprenda y cambie permanentemente. Un Estado que lidere las transformaciones y las transforme en una gesta colectiva".