Implementar un freno o, por lo menos, una revisión del aumento de las tarifas se convirtió en una prioridad para todos los partidos en el Congreso, tanto de Cambiemos como de la oposición. Por ahora sin gran cohesión, los espacios evalúan por separado distintas estrategias para revertir la decisión del Gobierno por el impacto del reajuste tarifario en la inflación y en el humor social.
Los ruidos en Cambiemos comenzaron con el malestar que demostró la semana pasada el radicalismo, que prometió acercarle al Gobierno propuestas alternativas al sistema tarifario actual. Pero Elisa Carrió fue quien tiró ayer la primera piedra legislativa, al presentar un pedido de informes para que el jefe de Gabinete, Marcos Peña, explique en detalle el sistema de aumentos.
El proyecto de resolución buscará, según un comunicado de la Coalición Cívica, echar luz sobre "si existe un manual de normas y procedimientos, si los entes reguladores controlan que las empresas apliquen el cuadro tarifario en forma debida" y "si se han detectado errores de facturación" desde 2016. Además, la diputada nacional pidió datos sobre el plan de obras y detalles sobre qué incidencia tienen los subsidios sobre lo facturado.
La actitud de Carrió fue más allá de lo planteado hasta ahora por la UCR, que hasta ayer aún no había definido una postura conjunta frente a apoyar o no la iniciativa. "Es una decisión de Carrió. Los diputados suelen hacer estas cosas", minimizaron en el partido, donde admitieron cierta sorpresa. "No estamos acostumbrados a que pidan esto desde la misma coalición", señalaron.
Hoy, como cada martes, habrá reunión de coordinación de los bloques de Cambiemos con el gabinete nacional. Más tarde, el bloque radical tendrá su propio encuentro, donde se podría definir la postura.
Pese a las consultas de LA NACION, desde el espacio no se confirmó si hoy será el día en el que le planteen al macrismo las alternativas para suavizar el efecto del ajuste tarifario en las clases medias. El radicalismo viene trabajando el tema y maneja, al menos, dos propuestas. La primera se centra en encontrar un mecanismo para reformular la parte del aumento de los servicios que se contempló para compensar a las empresas prestadoras por el atraso tarifarios. La segunda prevé prorratear el costo que generan los meses de mayor consumo en las facturas del período de menor utilización.
En el Frente para la Victoria fueron más categóricos y anunciaron que pedirán una sesión especial mañana para tratar el tema. En Cambiemos saben que se planteará el debate público, pero están confiados en que no conseguirán el quórum necesario. En paralelo, Cristina Kirchner presentó en el Senado un proyecto para declarar la emergencia tarifaria hasta el 31 de diciembre de 2019, congelar cualquier tipo de aumento y retrotraer las tarifas a valores de enero de 2017.
En el peronismo no hay aún una estrategia clara sobre el tema, pero sí van a tomar el tema de los aumentos como un eje de su ofensiva. En el Frente Renovador tampoco indicaron si apoyarán o no la propuesta de Carrió, pero destacaron que el oficialismo esté prestándole más atención a la temática. "Es saludable que empiecen a darse cuenta del tremendo problema que está padeciendo la sociedad", dijo Graciela Camaño, jefa del bloque massista. El tema de las subas motivó una movilización callejera ayer frente al Congreso, donde una agrupación piquetera quemó facturas de servicios.