La Argentina tiene un gran potencial para el desarrollo de la bioeconomía como una alternativa para la diversificación productiva y el agregado de valor, y desde el Gobierno aseguran que trabajan para que su impulso sea una política pública. Así lo explicó Andrés Murchison, secretario de Alimentos y Bioeconomía de Agroindustria, quien participó del Business 20, que se realizó en esta ciudad.
"Es una nueva forma de organizar la agroindustria, que implica procesar en origen los granos y la biomasa; no trasladarlos . Ese esquema permite usar todos los desperdicios y, además, generar economías circulares con las pymes", dijo.
Su promoción integra la Agenda 2030, adoptada por la asamblea de Naciones Unidas, donde se define la bioeconomía como una economía basada en el consumo y la producción de bienes y servicios derivados del uso directo y la transformación sostenible de recursos biológicos, incluyendo los desechos de biomasa generados en los procesos de trasformación, producción y consumo.
Como ejemplo concreto de este tipo de empresas se apunta a las extrusoras de soja, entre otras actividades.