Si bien el mapa es a nivel regional, se pueden extraer conclusiones de importancia a la hora de perfilar el escenario para mediados de mayo, momento en que normalmente comienza la fina en la parte norte del núcleo tributario de Rosario.
La demanda más elevada se concentra sobre la franja mediterránea y toma el centro sudoeste de la provincia de ER. No es que el este y el norte no necesiten precipitaciones, pero están en una condición menos exigida.
Este mapa permite cuantificar la demanda y cruzarla con los pronósticos para visualizar su potencial nivel de satisfacción. Si nos paramos por ejemplo en el centro de la zona núcleo, vemos que los acumulados requeridos para que las reservas crezcan hasta valores adecuados están por encima de los 120 milímetros.
Siendo realistas ningún pronóstico muestra este nivel de lluvia para las próximas dos semanas. No quiere decir que ese nivel pluvial sea ajeno a la transición marzo abril. No lo es desde el punto de vista estadístico, o sea, tampoco se puede decir que es un acumulado altamente probable, pero aun así sería razonable.
La clave para el análisis y para que el mapa se convierta en una herramienta, es que los pronósticos no se encaminan a satisfacer ese nivel de precipitaciones, no al menos en forma total. En consecuencia uno debe evaluar la posibilidad de que esta demanda, o al menos una parte de ella, sea transferida a la segunda parte de abril. Esto es lo que complejiza el panorama actual, porque las decisiones para la fina comienzan a cerrarse sobre un margen de tiempo cada vez más estrecho.
Teniendo en cuenta el seguimiento de lluvias del mes de marzo a nivel nacional, vemos que en el norte el requerimiento pluvial hacia el noreste de SF, norte y este de ER y este de BA es ostensiblemente inferior. Es razonable pensar entonces que estas áreas están menos expuestas a la continuidad de la sequía. Entre estas áreas de menor demanda y el resto de la región pampeana pareciera definirse un dipolo en los requerimientos de lluvias que en estos días parece difícil de revertir. Hoy por hoy, una buena parte de la región pampeana queda a la espera de una importante anomalía, improbable, pero no imposible.