CÓRDOBA.- La preocupación por el impacto de la sequía en la producción del campo -las proyecciones ya reducen el crecimiento de este año y la dejan más cerca del 2% que del 2,5%- dominó una reunión de la comisión de la región pampeana (Buenos Aires, Córdoba y Santa Fe) del Consejo Federal Agropecuario que se realizó en el marco de la Expoagro.
Funcionarios nacionales de Agroindustria y representantes de las tres provincias coincidieron en priorizar ese tema sobre el resto de la agenda que vienen tratando. La decisión fue actuar con criterios homogéneos frente a la crisis para evitar "distorsiones".
En los próximos días, cada gobierno se reunirá con las comisiones locales y regionales para avanzar en las declaraciones de emergencia.
"Coincidimos en los tiempos, los métodos a usar (el índice verde que elabora el INTA), en que haya una apertura progresiva de las declaraciones de emergencias y en una suerte de protocolo de actuación", explicó a LA NACION el ministro de Agricultura cordobés, Sergio Busso.
En tanto, Leonardo Sarquís, ministro de Agroindustria bonaerense, se refirió a la posibilidad de unificar los criterios para el tratamiento de las emergencias.
"Comentamos cómo era la situación en Santa Fe, Córdoba y Buenos Aires, que están en una situación pareja por la complicación de la sequía. A ninguno (de los ministros) le sobra recursos y con esto cuidamos los recursos generales. Estamos pensando en la unificación de los criterios en el tratamiento de las emergencias", señaló Sarquís.
En todos los casos, el esquema de declaración de emergencia incluye la obligación por parte del productor de presentar una declaración jurada manifestando la situación de pérdida: más del 50% es emergencia y más del 70% desastre.
Después, los gobiernos evalúan las pérdidas declaradas en función de los rendimientos promedios de un período determinado de tiempo. "Hay preocupación; es una sequía importante combinada con altas temperaturas que empeoran más el contexto", describió Busso.
En la reunión también se abordó qué tipos de seguros se podrían aplicar. La Nación está trabajando con una "mesa de riesgo" y, a su vez, las provincias analizan diferentes alternativas. El objetivo es que si hay una solución a nivel país los gobernadores podrían acompañar. "Estamos expectantes", definió Busso.
También analizaron las propuestas de financiamiento que les podrían servir a los productores para la siembra de los cultivos de invierno, aunque admitieron que el proceso está condicionado a cómo evolucione el clima.