El mundo alimenticio es cada vez más exigente, los consumidores demandan productos con mayor valor agregado y más naturales. Aquí aparecen los productos orgánicos que tienen la particularidad y distinción que en su producción no se utilizan ni agroquímicos, ni transgénicos.
Desde el Ministerio de Agroindustria resaltan que Argentina tiene ventajas comparativas para promover la diversidad y el desarrollo de la producción orgánica debido a su variedad de climas, a la fertilidad de los suelos y a las tecnologías para el procesamiento de alimentos.
Según informó Agroindustria a Infobae, en promedio se exportan más de 160.000 toneladas por año. Tan es así, que en 2016 se despacharon 173.605 toneladas, con dos grandes destinos, Estados Unidos con el 53% y Europa con el 28%. Según consignaron, la tonelada de productos orgánicos está a un valor aproximado de mil a USD 1.200 y las empresas cuentan con un reintegro adicional a las exportaciones del 0,5% para quienes acrediten la condición de producto orgánico.
De acuerdo a los datos proporcionados, el 95% de las firmas exportadoras son pymes y el 90% lo hace directamente o a través de la integración de la cadena.
Hay una gran cantidad de productos orgánicos argentinos y para todos los gustos que se pueden encontrar en las góndolas extranjeras. Por mencionar algunos, se exportan cereales (trigo, maíz), oleaginosas (girasol, soja) y sus derivados (aceites, expeller, harinas), frutas (peras y manzanas especialmente), ajo, cebolla, zapallo, cultivos andinos (chía, amaranto, quinua), vinos, pulpas, jugos y jugos concentrados, té, aromáticas, aceites esenciales, miel, carne, lana, azúcar.
Al mercado doméstico también se suman la yerba mate, panificados, hortalizas frescas, conservas, mermeladas, galletitas, aceto, mostazas, y amplia gama de productos en crecimiento.
La producción
Hace veinte años se realizaba la primera reunión de la comisión asesora para la Producción Orgánica, integrada por actores tanto públicos como privados, y que hoy trabajan en la elaboración de políticas públicas para la promoción y desarrollo de esta herramienta de diferenciación y agregado de valor de agroalimentos.
"Desde entonces, la producción orgánica no ha parado de crecer y actualmente nuestro país se encuentra en segundo lugar a nivel mundial, detrás de Australia, en el ranking de superficie orgánica certificada con más de tres millones de hectáreas", destacan desde la cartera que conduce Luis Miguel Etchevehere.
En torno a las condiciones que caracterizan los productos orgánicos, cabe señalar que en el suelo, que es la fuente de nutrientes, se utilizan técnicas como los abonos orgánicos, por lo que no es necesario agregar fertilizantes de síntesis química ya que los nutrientes se mantienen equilibrados.
"La producción orgánica tiene como principio hacer un uso escaso de insumos externos a la explotación agropecuaria, aunque en algunos casos, se utilizan los biofertilizantes, que son de naturaleza biológica. Estos contribuyen con diversos servicios ecosistémicos tales como la biopolinización, el reciclaje y disposición de nutrientes, y el control biológico de plagas, entre otros", detallan.
A su vez, aclaran que se producen bajo estrictas normas establecidas por el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA), que abarcan todo el proceso, desde la materia prima hasta el producto final. Además, están reconocidas por los principales consumidores mundiales de productos orgánicos, como es la Unión Europea y Japón.
Calidad garantizada
"Orgánico Argentina" es el sello que acredita la condición de producto orgánico certificado y los identifica garantizando su calidad. Este sello fue creado por el Ministerio de Agroindustria para apoyar a empresas que cumplen con todos los requisitos exigidos por las regulaciones. Según datos del último relevamiento del SENASA, en 2016 se contabilizaron 1.148 productores, 269 elaboradores y 97 comercializadores certificados.
Alternativa competitiva y que agrega valor
La comisión asesora celebra veinte años trabajando en conjunto, con un fuerte compromiso por el desarrollo de la producción orgánica, la cual se consolida como una gran alternativa de agregado de valor, que genera buenas prácticas sustentables y atienden una demanda creciente en nuestro país y también en el mundo.
Asimismo, resaltan que "constituye en una oportunidad clara de mercado para numerosas pymes agroalimentarias de la Argentina que buscan ser competitivas, comprometidas con el desarrollo sustentable y solidario con las generaciones futuras".
Fuente: Infobae