La persistente sequía que afecta desde hace más de dos meses a los cultivos en Argentina derivó en una disparada de los precios internacionales de la soja, la harina de soja y aunque más levemente el maíz. Esa suba de precios, que se ubica en torno al 10% en los últimos dos meses, compensaría hasta hoy 86% de la producción que se estima como perdida.
El economista del Ieral de la Fundación Mediterránea, Juan Manuel Garzón, calculó que hasta ahora las pérdidas productivas representan unos u$s 3791 millones, entre la soja sin procesar, la harina de soja, y el maíz. A la vez, consideró que la suba de los valores de esos productos, motorizados justamente por la sequía y las previsiones de pérdidas, hace que haya ingresos por u$s 3257 millones. Así, el balance consolidado sería de una pérdida de u$s 534,4 millones.
"A nivel productor, no hay compensación alguna para quienes pierdan lote por sequía. A nivel país, la suba de precios internacionales estaría compensando hoy el 86% del costo de la producción que se perdería (estimación sobre volúmenes y FOB esperados fines febrero)", enfatizó el analista.
En el reporte, estimó pérdidas de soja por 7,5 millones de toneladas; 5,9
millones de toneladas menos de harina de soja; 1,4 millón de toneladas menos de
aceite de soja y 5 millones de toneladas menos de maíz.
En tanto, en dos meses, los valores FOB a cosecha se incrementaron entre fines de diciembre y el pasado viernes 9,45% para el caso de poroto sin procesar (hasta u$s 405 por tonelada); 4,3% para el maíz (u$s 167) y se dispararon 22% para la harina de soja (que pasó de u$s 340 a u$s 415), el principal producto de exportación argentino que tiene en vilo a los operadores globales y que llevó a que el valor internacional del producto marcara máximos para el último año y medio de operación.
Los cálculos de Garzón son hasta el momento. Las pérdidas productivas pueden profundizarse a medida que pasen más jornadas sin lluvias suficientes.
La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), tras indicar la semana pasada que la soja de segunda necesitaba hasta 140 milímetros en 2 semanas para revertir los deprimidos cuadros, expuso ayer que durante el fin de semana las zonas más afectadas por el déficit hídrico apenas recibieron lluvias de menos de 20 milímetros.
Para los próximos días, en tanto, los pronósticos dan cuenta de la posibilidad de lluvias más bien dispersas, con temperaturas aún elevadas. Además, desde el Instituto del Clima y el Agua del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) sostuvieron que hasta mayo se esperan lluvias dispares en todo el país.
Reclamo federado
Luego de que la semana pasada, la mesa de enlace de las entidades agropecuarias pidió una audiencia con el ministro de Agroindustria, Luis Etchevehere, para tratar las distintas problemáticas que afrontan hoy los productores, y que el funcionario dijera que habrá encuentro, aunque aun sin fecha, la Federación Agraria (FAA) reclamó "la reacción urgente del Estado".
"La falta de lluvias en las últimas semanas en la región central del país determina un preocupante panorama para los pequeños y medianos productores, que ya venían complicados desde antes del inicio de la actual campaña de granos, e incluso desde la campaña anterior por las inundaciones", indicó la entidad que lidera Omar Príncipe.
FAA calculó, sobre la base de estimaciones de la BCR, la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y datos de Agricultores Federados Argentinos (AFA), que la sequía derivó en "una caída de rindes promedio de 27% para la soja de primera y más de 46% para la de segunda". Así, el balance provisorio arroja "hasta en u$s 3000 millones el costo de esta sequía", dijo FAA, que insistió en recamar que se actualicen los fondos previstos por ley para la Emergencia Agropecuaria, que desde 2009 están fijos en $ 500 millones".