La crisis lechera continúa sin vistas de encontrar soluciones en el corto plazo. A nivel local, la producción volvió a ubicarse el año pasado por debajo de los 10.000 millones de litros, alrededor de 9895 millones precisamente, algo que ya había ocurrido en 2016, cuando se había contraído un 12,5%.
Esta variable se complementa con una fuerte caída en las exportaciones, del orden del 24,5%, principalmente impulsada por la baja en los envíos de leche en polvo, que se redujeron casi un 32% en el último año. Pero el panorama local contrasta aún más con la situación que se da en los otros países de la región, y con la situación de los principales países productores a nivel internacional.
Tanto Chile como Uruguay y Brasil lograron marcar registros positivos de producción el año pasado, y los tres se ubicaron en los primeros lugares en cuanto al rendimiento anual de la producción lechera (tomando los principales países productores que representan más del 60% de la producción mundial de leche de vaca).
Los datos recabados por el Observatorio de la cadena Láctea Argentina (OCLA)
indicaron que tanto Chile como Uruguay tuvieron crecimientos por encima del 7%,
mientras que Brasil creció un 4,3% (en este caso se computaron los datos de
enero a septiembre). En cambio, en la Argentina la producción se contrajo un
0,5%. Este magro rendimiento de la producción coincidió con una caída de las
ventas registradas durante el año pasado en el mercado interno, que de acuerdo a
los datos de la Subsecretaría de Lechería del Ministerio de Agroindustria,
mostraron un caída en volumen de productos del 1,6%, principalmente en el
consumo de leches refrigeradas (-16,6%).
A nivel mundial, se destaca el crecimiento en los Estados Unidos y la Unión Europea, con 1359 y 2537 millones de litros de leche de crecimiento, respectivamente, mientras que también Nueva Zelanda marcó una evolución positiva (+1,4%), a pesar de condiciones climáticas de sequía. Los cuatro principales proveedores mundiales de lácteos (UE, Estados Unidos, Nueva Zelanda y Australia) tuvieron un crecimiento interanual del 1,65%, según datos del US Dairy Export Council (USDEC), y tomando los 14 principales productores, la producción creció 1,4%. En total, la producción mundial de leche totalizó unos 690.000 millones de litros, de los cuales se comercializaron en el mercado mundial entre un 10% y 11% (sin considerar las ventas intra UE).
Según el OCLA, las predicciones indican que este crecimiento de 1,4% del 2017 podría repetirse en 2018, incluso ser algo superior: "el precio del petróleo, la cotización del dólar, las compras chinas y el clima, son factores a tener muy en cuenta para ver la evolución de los precios que lógicamente inciden en países como el nuestro, que tienen en la exportación un destino que ocupa entre el 28% y 14% de la producción".