En un primer semestre caliente para los bolsillos, tras los aumentos del transporte y de la luz que aceleraron la inflación y complican las negociaciones paritarias, toma forma otro aumento de servicios públicos: el del agua.
En una disposición que se publicará hoy en el Boletín Oficial, AYSA propondrá al Ejecutvo y al ente resgulador un incremento de la tarifa del agua de 26% desde el 1° de mayo próximo. Afectaría a 13 millones de personas.
Si efectivamente la empresa recibe luz verde, el plan empresarial deberá ser debatido en audiencia pública el 15 de marzo próximo.
AYSA propuso además una reducción gradual de subsidios por zonas que incluye a casi un tercio de sus clientes. Tal quita, que la empresa posterga desde 2015 y que ya tiene habilitado realizar desde el 30 de abril pasado, implicará -si se suma el aumento mencionado del 26% de mayo y el cliente no recibe la tarifa social- un alza del servicio del 68% desde el 1° de enero de 2019 para un universo de más de un millón de usuarios.
Pero antes llegará el aumento de las tarifas de mayo. Según contaron en AYSA, para el total de los usuarios -unos 3,5 millones de titulares del servicio, que abarcan a 13,5 millones de personas- la tarifa promedio por mes y por servicio (agua y cloaca) sería de $208 luego de la suba. Con ambos servicios, pasaría a ser $416. En tanto, la factura mínima, por mes y por servicio, será de $130.
Este proyecto, que debe ser aprobado por la Subsecretaría de Recursos Hídricos y el Ente Regulador de Aguas y Saneamiento, y discutido en audiencia pública el 15 de marzo, estima que el 50% de los usuarios va a pagar menos de $208 por mes y por servicio, y que el 80% de los clientes pagará menos de $390 por mes y por servicio. "Se propone un incremento del nivel tarifario general para contrarrestar los efectos de la inflación, que afecta los costos, y para afrontar los déficit operativos derivados de la incorporación de los ocho nuevos partidos al área concesionada", afirmaron en AYSA.
Entre noviembre de 2016 y septiembre de 2017 se incorporaron al servicio de esta firma los partidos de Escobar, José C. Paz, Moreno, Malvinas Argentinas, San Miguel, Merlo, Florencio Varela y Presidente Perón. Anteriormente, esos distritos recibían el servicio de Aguas Bonaerenses (ABSA). En junio, adelantaron, se sumará el municipio de Pilar.
Antes de incorporar a esos municipios, la cantidad de habitantes con cobertura de agua era del 86% en esa zona, mientras que en cloacas era del 63%. Con los nuevos distritos en la ecuación, esa relación se resintió: la cobertura de agua pasó al 75%. En tanto, la de cloacas bajó al 58%.
"La sustitución de los subsidios zonales tiene como objetivo un sistema tarifario uniforme en toda el área de concesión", estimaron. Lo cierto es que los municipios incorporados no tienen ese subsidio zonal, por lo que la empresa considera una desigualdad que los actuales clientes se sigan beneficiando.
"También incluye una política de impulso a los subsidios personalizados a través de una tarifa social", esgrimieron. AYSA, en consonancia con la política tarifaria del Gobierno, busca pasar de los subsidios generalizados a subsidios a aquellas personas que los necesiten. La tarifa social contará con un presupuesto de $720 millones este año para asegurar el acceso de 375.000 beneficiarios. De los 16.000 que había en 2015, en la actualidad hay 275.000, contaron en la empresa.
La quita de subsidios no es nueva. Ya había sido aprobada por la Subsecretaría de Recursos Hídricos a través de la disposición N° 19/2017, que estableció una reducción del 25% en los valores tarifarios aplicables a usuarios de categoría residencial con vigencia hasta el 30 de abril de 2018. "Nosotros estamos habilitados para sacar todos los subsidios desde el 1° de mayo. Lo novedoso es que ahora le pedimos al Ejecutivo y al ente regulador que se realice de manera gradual", contaron. La idea es una reducción paulatina de los descuentos zonales a lo largo de cuatro bimestres, comenzando el 1° de julio y reduciendo, en cada uno de esos períodos, un 6,25%. Se trata de $200 millones por año en subsidios para una empresa que facura cerca de $16.000 millones. En la firma estimaron que la quita de tarifas afectará a los usuarios con facturas bajas y que, en promedio, significará una quita de $50 por bimestre.
Cambios en la medición
En AYSA afirman además que están trabajando actualmente en un plan para ampliar la cantidad de medidores entre sus clientes. La idea es cambiar la unidad de medición: calcular las facturas por metro cúbico de consumo en vez de por metro cuadrado de superficie del inmueble. Con la idea de cuidar el consumo del agua, presentarán al Poder Ejecutivo un plan para extender la cantidad de clientes con medidores. En la actualidad, sólo entre el 12 y el 15% de los usuarios (unos 400.000) utilizan ese sistema, habitual en el mundo.
La idea de la empresa, según contaron, es que la cobertura de gastos operativos se logre con ingresos tarifarios propios. En 2015, tras el cambio de gobierno, de $100 que ingresaban en la empresa, sólo $12 entraban por tarifas. "Hoy está 50% y 50%", contaron en la compañía. En tanto, la inversión en infraestructura la realizará el Estado a través de aportes del Poder Ejecutivo y de créditos de organismos internacionales y el aporte de obligaciones negociables lanzadas en enero pasado. Para este año se espera una inversión de US$1000 millones. Hoy hay 320 obras en ejecución.