"Ya existen muchos puertos que se están quedando sin mercadería", afirmó ayer Guillermo Wade, gerente de la Cámara de Actividades Portuarias y Marítimas (CAPyM), lo que refleja el nivel de parálisis que está provocando la medida tomada por un grupo de transportistas autoconvocados que realizan protestas al costado de las rutas para reclamar una tarifa única en todo el país para el transporte de granos. "A partir de hoy -por ayer- algunas empresas detendrán sus actividades de embarque", agregó.
La gravedad de la situación se refleja principalmente en el área portuaria de Rosario, donde operan importantes firmas como Vicentín, Cargill, Bunge, Glencore o Molinos Agro, entre otras. Desde una de las compañías afirmaron a El Cronista que en los últimos días se redujeron "sensiblemente" los ingresos de camiones. "Estamos llegando casi a cero stock en materia prima. Tenemos una parte de la planta parada y si esto no se soluciona entre mañana y el fin de semana probablemente estamos con la planta totalmente parada, y empezando a dudar si vamos a poder cumplir con los tiempos de la carga de los buques que están comprometidos. La situación es realmente compleja", expresaron.
Además de Rosario, el conflicto afecta también a los puertos de Bahía Blanca y Quequén, segundo y tercero en importancia. "Ya no hay más existencias ni stocks en los sitios de almacenamiento en los puertos", afirmó Andrés Alcaraz, portavoz de la Cámara de la Industria Aceitera y el Centro Exportador de Cereales (CIARA-CEC), que agregó que la disminución en los envíos de mercadería también afectaba la molienda en las plantas, y al menos 65 embarcaciones se encontraban demoradas como consecuencia de la protesta. La Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) remarcó que ayer ingresaron 807 camiones con granos a las terminales rosarinas, 54% menos que el mismo día de la semana pasada.
El panorama fue otra vez advertido por distintas entidades del sector
agrícola que solicitaron directamente al Gobierno nacional su intervención.
Entre ellas, los Centros de Corredores de Cereales de Buenos Aires, Rosario,
Santa Fe, Bahía Blanca y Entre Ríos, además de la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCBA),
solicitaron que de manera oficial se garantice la libre circulación de camiones.
Recordaron que el comercio de granos es la principal generadora de divisas
genuinas del país, y que su interrupción "provoca problemas en la cadena de
pagos del sector agroindustrial y daños económicos por tiempos perdidos y fletes
que no pueden realizarse".
En tanto, la BCCBA pidió la urgente intervención de las autoridades a nivel nacional y provincial, "con el objeto de hacer cesar la actividad ilegal". La entidad destacó que buena parte de la agroindustria de Córdoba y a nivel nacional no trabaja, o lo hace de manera deficiente. "Las materias primas están paradas en las rutas a merced de los piquetes o el vandalismo. Se impide el arribo a las plantas que ya no pueden funcionar por desabastecimiento, siendo inminente la suspensión de personal", advirtió. Desde el Gobierno rechazaron el pedido de fijar tarifas efectuado por los transportistas, al recordar que los fletes cerealeros se establecen libremente "por oferta y demanda", según informó Télam, en base a fuentes del Ministerio de Transporte que señalaron que las tarifas para el transporte de granos deben surgir de una negociación libre entre los dadores y los tomadores de carga.