La estimación oficial del área destinada al maíz, que se terminó estableciendo en 8,7 millones de hectáreas tras su última previsión, podría sufrir una nueva reducción como consecuencia de la prolongada sequía. Así lo manifestó el Jefe de Gabinete del Ministerio de Agroindustria, Santiago del Solar, en una entrevista con Reuters.
"La sequía tuvo un impacto sobre el maíz de siembra temprana, en particular durante la época de Navidad. El de siembra tardía todavía puede recibir algunas lluvias que podrían ayudar", pronosticó y agregó que el área estimada podría caer un poco debido al clima seco que complicó la implantación durante el final de la ventana de siembra en el norte del país.
Desde la Bolsa de Cereales de Córdoba (BCCBA) estimaron que la demora en la siembra de maíz, en particular en el norte, generó preocupación en los mercados a pesar de que todavía el volumen de producción continúa estimándose en el mayor de la historia (prevé crecer hasta 42 millones de toneladas, tras las 41 millones de la campaña anterior).
"Si bien en Brasil caería la producción total, el volumen a cosecha de maíz tardío sería similar al de la campaña 2016/17, generando pocas oportunidades en términos de precios a los productores argentinos que recolectan el grano", expresaron.
Producto de la falta de agua, estimaron que el avance de la siembra se encuentra en el 85% de las 8,7 millones de hectáreas proyectadas, que al compararlo con la campaña anterior significa un 7% por debajo, y cuatro puntos menos respecto al promedio de las últimas cinco campañas. "Se necesitarán mayores precipitaciones, principalmente en el norte en las próximas semanas para que los cultivos ya sembrados no experimenten daños", afirmó la entidad.
La Argentina es el tercer exportador mundial de maíz y de soja, y el principal proveedor internacional de la harina de soja. Si bien alguna región de la zona núcleo recibieron algunas lluvias el fin de semana, expertos pronostican que esta semana seguirá el clima mayormente seco. En relación a la soja, para del Solar no habrá más recortes en la superficie aunque la producción dependerá del nivel de lluvias de febrero. "Los rendimientos dependerán de cuánta lluvia tengamos en febrero, pero la lluvia tiene que empezar ahora", afirmó y agregó que la situación es "realmente crítica".
La semana pasada, la estimación del área de soja cayó a 16,75 millones de hectáreas, su menor nivel en 10 años, desde un cálculo inicial de 16,8 millones. Respecto a los precios, la incertidumbre climática presionó las cotizaciones de soja y maíz, en el mercado local y en el internacional. Mientras que en Rosario se pagó u$s 154 por tonelada de maíz, en Chicago alcanzó los u$s 141. "La demora en la siembra del maíz tardío en la Argentina fue clave en estos incrementos. Pero de completarse la siembra y recibir las precipitaciones necesarias, bajaría la presión sobre los precios", destacó la BCCBA.