CÓRDOBA.- Las economías regionales exportaron durante 2017 el equivalente al 8,8% del total de operaciones de comercio exterior: fueron US$5127 millones, un 2% menos que en 2016, según un informe del Ieral.
El 68% de los envíos se concentró en una decena de países, encabezados en el ranking por Estados Unidos, seguidos por Brasil (cuya demanda cayó el año pasado) y por los Países Bajos.
De las 14 cadenas regionales que analiza el informe del Ieral, seis tienen una alta concentración en destinos y el mismo número, baja. El año pasado retrocedieron ocho y el economista del Ieral, Juan Manuel Garzón, indicó a LA NACION que son, precisamente, las que más peso tienen. Por ejemplo, vitivinicultura (uva, jugo de uva y vinos), maní (crudo, elaborado, aceite) y cítricos (frutas frescas, aceites esenciales y jugos) están entre las más importantes generadoras de divisas y las tres cayeron.
La peor performance la registró el azúcar, cuyas exportaciones bajaron 39% interanual (US$143,3 millones); detrás quedó la papa con una pérdida de 15% respecto de 2016 (las operaciones sumaron US$178,8 millones) y las frutas de pepita, con US$349,9 millones, tuvieron una baja interanual del 6 por ciento.
La misma retracción sufrieron los cítricos, sector que exportó por US$698,2 millones. La industria vitivinícola perdió 4% y vendió por US$947 millones, y el maní perdió el 3%; cerró el año con operaciones por US$901,7 millones.
En la vereda opuesta, con un alza respecto de 2016, quedaron la industria olivícola, con un aumento de 54% (ventas por US$321,4 millones); la foresto-industria, con una mejora de 20% (ventas por US$406,4 millones), y la miel, con un 7% arriba (US$187,9 millones). Las infusiones repuntaron 4% (U$S176,200 millones en 2017) y hortalizas en igual porcentaje (US$203,2 millones).
Garzón planteó que en todos los casos, la baja está asociada a una pérdida de volúmenes y no de precios internacionales. De los 25 principales productos de las economías regionales, las cantidades exportadas se redujeron en 20; entre los que mejoraron su desempeño están porotos, garbanzos, yerba mate, aceite de oliva y los asociados a la foresto-industria.
El economista explicó que convergieron varios factores para provocar la caída; en algunas cadenas se perdió calidad y eso afectó la disponibilidad de embarques (vitivinicultura, cítricos, frutas de pepita). Pero también impactó la cuestión macroeconómica, debido a que el atraso cambiario hizo cada vez menos rentable la actividad.
"El peso argentino, tomando niveles promedio anuales, se apreció en 2016 en términos reales contra prácticamente todas las monedas, salvo algunas excepciones como el real o el rublo -agregó-. Desde otra perspectiva, los costos locales se incrementaron en yenes, euros, pesos chilenos, etcétera, más de lo que crecieron en los países que usan esas divisas. Esa asimetría hace más difícil vender en esos mercados o competir contra terceros", explicó.
Pablo Vernengo, a cargo del área de Economías Regionales de la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), dijo que la mayoría de los complejos (sin incluir los de la zona pampeana) registró "falta de rentabilidad y competitividad". A su entender, el mix que impactó en el comportamiento fue dólar bajo, los insumos en alza y los fletes caros. "Aunque tenemos precios históricos relativamente buenos, no cubrimos los costos y quedamos afuera de los mer-cados", añadió.
Los más y los menos
Azúcar: Las exportaciones cayeron un 39% en 2017 respecto de 2016. Fueron de US$143,3 millones
Papas: Las ventas externas perdieron 15% respecto de 2016 y sumaron US$178,8 millones
Peras y manzanas: Las frutas de pepita tuvieron una baja de 6% y se exportó por US$349,9 millones.
Aceite de oliva: Con US$321,4 millones, las ventas aumentaron 54%