Con la llegada de Mauricio Macri al poder se impuso un nuevo statu quo en la distribución de fondos nacionales que impacta en la relación con los provincias: en un contexto de incremento del gasto en obras en general, Buenos Aires, bajo el mando de María Eugenia Vidal , aumentó de manera progresiva la participación en el total de recursos que el Estado destina directa e indirectamente a inversiones en todo el país, por encima incluso de la Capital Federal, conducida por Horacio Rodríguez Larreta , y muy por delante del resto de los distritos. Así se corrobora en el análisis de documentos públicos que revisó LA NACION.
Hay argumentos variados para sostener el redireccionamiento de fondos. Desde el punto de vista técnico y social, la provincia está subinvertida. Y en el lenguaje de las urnas, a Buenos Aires se la denomina la madre de todas las batallas, por lo que un buen andar electoral en 2019 -algo que resultó dificultoso en octubre pasado- allana el camino a las aspiraciones políticas del oficialismo con vistas a renovar la presidencia.
Hasta la última quincena del año pasado, Buenos Aires había recibido uno de
cada cuatro pesos que el Estado destinó a inversión real directa (IRD), una de
las denominaciones que contemplan los desembolsos del Gobierno en gastos de
capital.
La mejora de los bonaerenses en la consideración de la Casa Rosada es evidente puesta en cifras: en 2015, cuando el distrito estaba bajo el control de Daniel Scioli, cultor de una relación inestable con la presidenta Cristina Kirchner, el mayor distrito del país se había llevado solo el 13% de los fondos para esa clase de inversiones. Esa cifra trepó hasta el 17% en el primer año de gestión de Macri y Vidal, y escaló hasta el 25% el año pasado. Así, en 2017 recibió $11.554,06 millones en inversiones nacionales (es el gasto devengado, como se lo denomina en el léxico de la contabilidad pública).
En parte, lo que muestran los números de 2016 y 2017 es el inicio anticipado
de una política que se puso de manifiesto tras el acuerdo fiscal con los
gobernadores y la resolución de la disputa por el Fondo del Conurbano, que le
permitirá a la gobernación recibir una compensación de $21.000 millones este año
y de $44.000 millones en 2019, cuando se pondrá otra vez a votación la
conducción en las provincias y en el país.
Buenos Aires defiende con firmeza el cambio de tendencia. Ante la consulta de LA NACION, el ministro de Economía provincial, Hernán Lacunza, fue categórico: "Todo lo que esté debajo de 39% es discriminación negativa para nosotros, porque eso es lo que representa en términos de población, PBI, recaudación, pobreza, alumnos en las escuelas y enfermos en los hospitales, entre otras cosas. Recibimos $10.000 per cápita de transferencias automáticas de Nación. El que nos sigue recibe $20.000. Con la recuperación del fondo del conurbano recibiremos $14.000. Seguimos últimos, lejos".
Los principales desembolsos en la provincia son en infraestructura vial, como autopistas y rutas. También en terminales de ómnibus y hasta un reactor nuclear. Hay una fuerte consideración del conurbano, territorio político inexpugnable hasta ahora para el discurso oficialista. Tan solo el año pasado se pusieron $493 millones en el tramo Puente La Noria de la autopista Ricchieri y más de $1000 millones para la construcción de diversos trayectos del Camino del Buen Ayre.
En la vereda de enfrente en IRD se ubica la Capital Federal. En el último año de Macri como jefe de gobierno, en 2015, recibió el 28% de los fondos reales que se destinaron a inversión. Hay motivos para pensar que una parte de la generosidad kirchnerista con los porteños estaba más orientada por la obligación que por la elección. Por ejemplo, ese año se destinaron $591 millones a la finalización del Centro Cultural Kirchner, uno de los trofeos con los que se retiró el gobierno anterior, y $1748 millones al programa Conectar Igualdad (para llevar alternativas digitales a las escuelas).
La participación de la ciudad en la distribución de fondos reales para inversión pública bajó al 25% en 2016 (todavía por encima de la provincia) y cayó al 15% el año pasado, cuando dejó el liderazgo a manos del distrito que conduce Vidal. En total, la Capital recibió en 2017 $6966,38 millones.
La situación del resto de las provincias en los fondos para inversiones del Estado se mantuvo relativamente inalterable, algo que pone de manifiesto el direccionamiento de recursos de la ciudad a la provincia de Buenos Aires en materia de IRD.
Todavía lejos
Según Lacunza, la "cuenta por habitante es la única relevante", porque considera la "división política" como "un artificio administrativo". Desde ese punto de vista, el distrito conducido por Vidal también escaló en la tabla de posiciones, aunque aún está rezagado. En ese rubro, en cambio, la primera sigue siendo la ciudad.
Mientras cada habitante de la provincia recibió en 2015 $251 en IRD, pasó a $428 el año siguiente y a $679 el año pasado. El aporte para cada porteño bajó de $6085 a $2277 en el mismo período, por lo que la cuenta parece aún muy descompensada.
En el camino opuesto al distrito de Vidal está Santa Cruz. La provincia que lanzó a la política grande a la familia Kirchner recibió ingentes fondos durante los 12 años que duró su gestión, muchos de ellos destinados a empresas de Lázaro Báez, pero comenzó a bajar desde la llegada de Macri. Mientras en 2015 se llevaba un 2% de los fondos en IRD, el año pasado terminó en poco menos de 0,5 por ciento.
Según Walter Agosto, investigador del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (Cippec) y especialista en temas presupuestarios, "en el caso de la provincia de Buenos Aires sí ha aumentado. En el de la Ciudad habría que adicionar las transferencias de capital (otra cuenta que atiende inversiones en todo el país)".
Parte de la tendencia anterior se corrobora en esa clase de envíos que hizo la Casa Rosada en sus dos primeros años de gestión. Buenos Aires también resultó beneficiada. Hasta octubre del año pasado, según los últimos datos que pudo obtener LA NACION, había recibido $12.705,13 millones en concepto de transferencias de capital, contra los $5569,20 millones del año anterior.
Las cifras corroboran esa afirmación. El incremento de la inversión pública en la ciudad (IRD más transferencias) fue de casi el 45%, por encima de la inflación de 2017. Pero estuvo muy lejos de la mejora que recibió Vidal: 90% en el mismo tiempo.
"El Gobierno claramente está poniendo mucho foco en la obra pública en la provincia de Buenos Aires, que por otra parte es necesaria, porque está desinvertida", explicó Fausto Spotorno, director del Centro de Estudios Económicos de OJF.
Salvo algunos casos específicos, como Salta y San Juan, el resto de las provincias tuvieron una participación con pocas variaciones en la distribución de fondos.
Dos que aspiran a la casa rosada
María Eugenia Vidal
Gobernadora bonaerense
Recibe 25% de la inversión pública. Según ella, como tiene más habitantes, debajo de 39% es aún discriminación.
Horacio Rodríguez Larreta
Jefe de Gobierno porteño
La ciudad de Buenos Aires, que tenía el 28% del reparto de inversión pública hace dos años, recibe ahora el 15%.
Con la colaboración de Gabriela Bouret, de LN Data
Por: Pablo Fernández Blanco