Que sus acreedores aprueben la apertura de un Acuerdo Preventivo Extrajudicial (APE) para cancelar su deuda y que el grupo comprador acepte conformar una nueva Sociedad Anónima (S.A) con participación accioniaria de la láctea son las dos condiciones que por estos días está negociando SanCor para ordenar sus cuentas y sumar a un grupo extranjero como accionista mayoritario.
Tanto el APE como la S.A van de la mano. Es decir, no hay nueva sociedad anónima si no se logra negociar el pago de un pasivo algo mayor a los $1.000 millones solamente en cheques rechazados pero que llega a un total de casi $3000 millones, con una quita de entre 30% y 40% del monto total y varios pagos en cuotas.
Es que la emergencia por la que atraviesa la empresa láctea con sede en la localidad santafesina de Sunchales obliga a acelerar los plazos para alcanzar una solución definitiva, en el marco de una crisis que no logró resolver ni con la venta de algunos de sus activos ni con la ayuda financiera del Gobierno. Es más, hace unas semanas SanCor vendió por u$s33 millones el 50% de la sociedad que tenía con la escandinava Arla Foods en Afisa (Arla Foods Ingredients S.A.), en busca de fondos frescos para apalancar su proceso de reestructuración y reducir su deuda acumulada en los últimos años.
Afisa fue creada en el 2000 para producir proteínas a partir del suero de queso, para su comercialización en la Argentina y fundamentalmente para mercados internacionales, desde una planta ubicada en la localidad cordobesa de Porteña. Si bien esos fondos le permitirán cubrir parte de su pasivo y mejorar las condiciones de la cooperativa para terminar de tentar al grupo neocelandés Fonterra, con el que negocia hace ya más de un año pero que no termina de concretarse.
De hecho, en los últimos días, la multinacional líder en productos lácteos habría enfriado las conversaciones, tras haberle exigido al directorio de SanCor un “mayor esfuerzo” a la hora de ordenar sus cuentas antes de firmar algún acuerdo de capitalización. Como parte de los reclamos se encuentra la necesidad de reestructurar la deuda con los acreedores quirografarios y privilegiados que no tienen garantía real y que en su mayoría son tamberos, exceptuando a la AFIP y la ANSES.
De hecho, SanCor les envió por estos días una propuesta a un grupo de tenedores de deuda incluidos en un listado elaborado por la cooperativa que se encuentran pendientes de pago al 31 de diciembre pasado. Según la oferta, las deudas serán pagadas de la siguiente forma:
-Las deudas no mayores a los $150.000 serán totalmente reconocías y serán canceladas en un solo pago a su fecha de cierre.
-Cuando las deudas sean mucho más altas y superen los $500.000 se les ofrecerá cancelar el monto con quitas de entre el 40% y el 60% del total. En este caso, la fecha de pago será establecida por SanCor luego de que el APE quede firme y se hayan depositado en garantía por parte del llamado “inversor estratégico” (¿Fonterra?).
“En la fecha de cierre, SanCor pagará las sumas que correspondan a pagos bajo esta propuesta. Se estima que esa fecha tendrá lugar dentro de los 60 días hábiles judiciales de que hubiese quedado firme la resolución judicial que hubiera homologado el APE de SanCor”, explica la propuesta de la cooperativa enviada a sus acreedores a la cual tuvo acceso iProfesional.
Según el documento, el aval a la propuesta implicará y significará “que el acreedor presta conformidad con la máxima amplitud permitida por la ley, para que SanCor realice todos los actos necesarios para lograr un acuerdo con el inversor estratégico y ejecutar el mismo, así como permitirle a SanCor continuar con el giro de sus negocios reestructurados”.
Se explica, en ese sentido, que el acuerdo deberá incluir la creación de una sociedad anónima bajo los términos de la Ley General de Sociedades Nº 19.550, en la cual SanCor participará inicialmente hasta en un 10% de las acciones, pudiendo en el futuro incrementar dicha participación.
En tanto, el inversor estratégico participará inicialmente con el 90% restante abonando una suma de dinero que será depositada en garantía luego de celebrado el acuerdo con SanCor.
De esa cuenta saldrán los fondos para cumplir con la propuesta de pago a los acreedores a través del APE. “SanCor aportará o transferirá a la nueva sociedad en el modo en que acuerde con el inversor estratégico, bienes y activos de su propiedad”, sostiene el documento enviado por la cooperativa a sus acreedores. En este caso, se incluirán plantas industriales a convenir, ciertas marcas y logos, inventarios, ciertas participaciones accionarias, y otros activos.
Pero para que esta operación se concrete, los directivos de SanCor explican que deberá ser homologado el APE en la justicia bajo los términos de la ley 24.522. También que el inversor estratégico logre una asociación con los actuales accionistas de Alimentos Refrigerados S.A. Es decir, con el grupo Vicentín que en 2016 adquirió por u$s100 millones el 90% de esta sociedad dedicada a la producción de yogures, flanes y postres. Es decir, que Vicentín le venda a Fonterra este negocio.
Otra condición para cerrar el acuerdo es la autorización para la venta de la participación accionaria de SanCor en Afisa, que ya se concretó. La cooperativa reclama además la no conformación de un comité de acreedores y conservar “en todo momento”, incluyendo durante todo el trámite del APE y de su cumplimiento, la libre administración y disposición de sus negocios y bienes.
El acuerdo no incluye tampoco las plantas menos rentables que fueron desactivadas el año pasado como las ubicadas en Coronel Moldes y Brinkmann (Córdoba), Centeno (Santa Fe) y Coronel Charlone (Buenos Aires). La negociación con Fonterra también comprende una reducción de la cantidad de empleados y la readecuación de las condiciones laborales de los trabajadores que se integrarán a la nueva sociedad anónima, la cual ya está vigente luego de que SanCor renunciara como signataria del Convenio Colectivo de Trabajo 2/88 de la Asociación de Trabajadores de la Industria Lechera de la República Argentina (Atilra).
Fuente: Iprofesional - Andres Sanguinetti