No es ninguna novedad que a los Yuyos colorados resistentes a glifosato cada campaña se los encuentra presentes en una nueva zona. En los mapas de REM relevados en 2017 esto aparece muy claramente: mientras que en el relevamiento de 2015 se mencionaba al Amaranthus hybridus en 44 partidos y departamentos provinciales, en este último año se lo mencionó en 120.
Seguidamente, en orden de crecimiento se encuentra su primo hermano, el Amaranthus palmeri, que en 2015 estaba presente en 52 partidos y departamentos y en 2017 en 95. El primero de ellos creció mayormente en las zonas Norte, Oeste y Sudeste de Buenos Aires, Entre Ríos, Norte de Santa Fe, NEA y NOA. El palmeri se difundió hacia el norte de La Pampa, Norte de Buenos Aires, Centro de Córdoba y el NEA.
Luego de los Yuyos Colorados, ganadores indiscutidos, quienes le siguieron fueron las Chlorídeas, grupo de gramíneas tolerantes al glifosato, que se mencionaron en 25 nuevos partidos y departamentos frente al relevamiento de 2015. Se expandieron mayormente hacia el Norte y Oeste de Buenos Aires y La Pampa, ya que más al norte se encontraban presentes desde antes.
Un escalón más abajo se ubicó la Pata de gallina (Eleusine indica) resistente a glifosato, que creció en 20 distritos, casi todos ubicados en la zona Norte de Buenos Aires.
El Pasto amargo (Digitaria insularis) resistente a glifosato es quien le siguió en crecimiento, con unos 10 nuevos departamentos y se ubicó mayormente en las zonas NEA y NOA. En este mismo nivel de crecimiento geográfico se ubicaron las Gomphrenas, (G. pulchella y G. perennis), amarantáceas muy tolerantes a glifosato, el Capín(Echinochloa colona) resistente a glifosato, la Brachiaria o Pasto crespo (Urochloa panicoides) resistente a glifosato y el Sorgo de Alepo (Sorghum halepense) también resistente a este activo, para completar la lista de las 10 malezas que más crecieron este período de 2 años.
Sobre las causas de este permanente crecimiento geográfico de las malezas difíciles mucho puede decirse y cada especie tiene causas particulares. Existen las naturales donde muy poco puede hacerse (cursos de agua, viento, pájaros) pero el hombre colabora en gran medida con el transporte de maquinarias, animales, heno, granos. Para el caso de las Chlorideas y el Pasto amargo el viento es su principal fuente de dispersión, así como para Capín lo es el agua. Las semillas de Yuyo colorado son muy apetecibles para los pájaros y las corrientes de agua también llevan sus semillas, pero las cosechadoras hacen lo suyo y las transportan cientos de kilómetros. Una cuenta pendiente en Argentina que habría que abordar. Fuente: REM | AAPRESID