El sábado llegaron las lluvias tan esperadas, fundamentalmente sobre la parte norte del área núcleo.

El mapa provisto por la BCR es elocuente.


También hubo precipitaciones en el centro y el sureste bonaerense. La provincia de Entre Ríos fue particularmente favorecida en la franja este, así como el sureste cordobés.

Salvo determinadas excepciones, no alcanzaron la abundancia que los suelos requerían, pero, al menos, aliviaron la situación pues ellas vinieron a los pocos días de haber recibido, aunque con cuentagotas, otras lluvias, en buena parte de la zona núcleo.

Se estima que poco más de medio millón de hectáreas, destinadas a la siembra de soja de segunda y de maíz tardío, aguardaban nuevas lluvias para poder ser sembradas. Pero el volumen que, finalmente, cayó sólo serviría para reanudar la implantación en alrededor de la mitad del área, ya que la otra recibió agua de escasa magnitud.

A nivel nacional, el problema más serio se presenta en el maíz. La siembra cubriría apenas un 60%, de acuerdo a la estimación del Ministerio de Agroindustria. Con las lluvias del sábado pasado, desde hoy se habría reanudado la implantación en determinadas áreas.

Así, el maíz tardío ha empezado a avanzar de nuevo.

En cuanto el maíz de primera, en el área núcleo, cerca del 25% se halla en plena floración.

La situación es, en general, crítica para el cereal. Resulta difícil creer que se cumplan las predicciones de producción nacional.

Prácticamente, la totalidad de los modelos climáticos dicen que hay un 80% de probabilidad para que La Niña se asiente en los meses de diciembre-febrero.

Con este cuadro de situación, la tendencia en los precios debería ser a la suba.

Sin embargo, por ahora no se nota ello. Al menos para la soja…

Evidentemente, el elevado nivel de stocks de soja, en nuestro país, asegura una oferta abundante. Y ello actúa como techo para los valores.

Otro elemento que opera como techo es el de las perspectivas de producción que presenta Brasil.

De acuerdo al USDA, las exportaciones aumentarían de 63,1 a 65,5 millones de toneladas. Además la Compañía Nacional de Abastecimiento de Brasil (CONAB), ha aumentado su estimación de producción nacional de soja 2017/18 a 109,2 millones de toneladas.

El factor climático en América del Sur, con nuestro país a la cabeza, y los elevados stocks no ayudan a predecir con alguna mínima certeza del devenir de los precios.

Lo bueno es que la demanda mundial no cede, sobre todo en lo que respecta a la soja.