Así lo revela el Índice de Precios en Origen y Destino (IPOD) para productos agropecuarios, elaborado por la Confederación de la Mediana Empresa (CAME), que mide la diferencia promedio entre los precios en origen y los pagados en góndola para 25 alimentos de origen vegetal y animal.

En noviembre, la brecha se ubicó en 4,29 veces, bajando 8,3% el mes pasado. Así, alcanzó el menor nivel en 28 meses. "A lo largo del mes la participación del productor en los precios creció al 26,1%", señaló Fabián Tarrío, titular de CAME.

Esta mejora en la brecha contribuyó a "incrementar la participación promedio del productor en el precio final del producto", destaca el informe y recuerda que en septiembre esa participación llegó al 24%, subiendo a 24,8% al mes siguiente y trepando a 26,1% en noviembre.

Entre los 25 productos agroalimentarios relevados que integran la canasta del IPOD, en 17 hubo bajas en la brecha, mientras que aumentó en 7 productos y uno se mantuvo sin cambios. Los productos agrícolas con mayor diferencia de precios el pasado fueron la pera (7,75 veces), manzana (7,32), naranja (6,99), brócoli (6,01) y arroz con 5,98 veces. La menor brecha se observó en la papa (2,23 veces), huevo (2,30), pollo (2,65), cebolla (2,80) y pimiento rojo (3,00).

"En general, las diferencias están determinadas por comportamientos especulativos de diversos actores del mercado, básicamente de las grandes cadenas de supermercados que se abusan de su posición dominante, más allá de factores comunes como la estacionalidad", explica el documento de CAME.