Con registros superiores a los 30 milímetros en amplias regiones de la pampa
húmeda, que llegaron a 100 mm en algunos casos, las lluvias trajeron alivio al
campo, que podrá continuar con la siembra de soja y maíz en lugares donde corría
riesgo su implantación.
Hasta el viernes pasado, más de 4 millones de hectáreas para ambos cultivos estaban peligrando su implantación y necesitaban precipitaciones urgentes antes de fin de año, cuando concluye su período de siembra. Las zonas más complicadas por la falta de humedad estaban en el centro norte bonaerense, el sur de Santa Fe y gran parte de Córdoba.
En algunos lugares, las lluvias vinieron acompañadas de piedra y fuertes
vientos que generaron destrozos en cultivos, como en La Dulce, en el sudeste
bonaerense, en Carlos Tejedor, en el centro oeste provincial, y en algunos
sectores de Río Cuarto, en el sur cordobés.
"Esto destraba una gran cantidad de siembras que estaban trabadas en el centro sur de Santa Fe y sectores del norte de Buenos Aires que eran los más complicados hasta ahora", señaló a LA NACION Esteban Copati, jefe del Departamento de Estimaciones Agrícolas de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
Según el experto, todavía "faltaría algo de humedad en Córdoba y en algunos
puntos del norte de Buenos Aires", mientras que para el resto de las regiones
agrícolas fue "un alivio generalizado".
Pablo Mercuri, director del Centro de Investigación de Recursos Naturales del INTA, destacó también el aporte de las últimas precipitaciones para la siembra y apuntó que "hay nueva chance de lluvias par viernes y sábado" próximos.
Entre soja y maíz todavía restan sembrar en el país 9,6 millones de hectáreas. De esa superficie, más de cuatro millones de hectáreas corrían riesgo de no poder implantarse por la falta de humedad. Según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, hasta el jueves pasado la siembra de soja había alcanzado un 63,5% de las 18,1 millones de hectáreas previstas.
En tanto, en el caso del cultivo de maíz se llevaba implantado el 45,3 por ciento sobre un total previsto de 5,4 millones de hectáreas para grano comercial.
De acuerdo al Ministerio de Agroindustria de la Nación, la siembra de soja venía atrasada en siete puntos respecto de igual fecha de la campaña pasada.
En buena parte de las regiones agrícolas comenzaron a cubrirse las necesidades de reposición de humedad. Según la Bolsa de Comercio de Rosario, la mayor parte de la zona núcleo necesitaba 60/80 mm más para alcanzar una situación óptima en las reservas del suelo. En no todos los lugares de esa región se cumplieron esos registros de lluvias, por lo que requerirán más precipitaciones.
En la provincia de Buenos Aires, donde en los últimos dos meses las lluvias fueron inferiores a lo normal, la superficie que estaba inundada disminuyó en casi 1,8 millones de hectáreas, según el Ministerio de Agroindustria provincial.