La importación de pulverizadoras autopropulsadas se disparó en 2017 y cierra el año con cerca de 200 unidades ingresadas al país.
Es un crecimiento explosivo en los dos últimos años porque considerando que en 2015 se habían importado 31 equipos, el nivel se multiplicó por 6.
En 2016 ya se había duplicado la cantidad de importaciones respecto a 2015, con un registro de 73 máquinas pasando por la Aduana.
Tomando en cuenta que en Argentina el mercado es de 850 unidades autopropulsadas anuales, la importación ahora muerde 20% del negocio.
“Si bien ya había importaciones, en 2017 aumentaron mucho y le ponen un freno al crecimiento que esperábamos”, remarcan en fuentes cercanas a la industria nacional.
Competencia
Todas las pulverizadoras arriban desde Brasil, embarcadas por Case IH, Jacto y John Deere, las tres marcas que se reparten las importaciones con un tercio cada una.
En 2018 se suma un nuevo jugador con el desembarco de New Holland en el segmento de pulverizadoras con el modelo SP3500, de 250 HP y tanque de 3.500 litros.
Mientras tanto, Case IH importa la pulverizadora Patriot 350, un modelo de 2.500 litros de capacidad y 138 HP de potencia que fue adaptado al mercado brasileño.
Jacto es la marca que diversifica las importaciones: trae los modelos 2500 (versiones Star y Plus), 3030, 4530 y 3000 Star. Esta última es la máquina que fabricará en Argentina cuando termine de ampliar la planta en Arrecifes (Buenos Aires).
Por su parte, John Deere trajo al mercado argentino en 2017 la pulverizadora 4730 de 3.028 litros de capacidad y 245 HP.
Fuente: MaquiNAC