Las tarifas de electricidad y gas son desde ayer más caras para los hogares argentinos. Así lo dispuso el Gobierno, que puso en marcha el segundo aumento del año con el doble objetivo de eliminar subsidios y compensar la ecuación económica de las empresas para que mejoren la calidad del servicio.
"Una familia tipo, cliente de Edenor o Edesur, pagará $ 900 mensuales de electricidad y $ 600 de gas", sostuvo el ministro de Energía, Juan José Aranguren, en una conferencia de prensa donde informó sobre las nuevas tarifas de ambos servicios con un alto grado de detalle.
En el caso de la electricidad, un usuario de bajo consumo (hasta 150 kWh/mes) que esté en las zonas de concesión de Edenor y de Edesur pasará a pagar 67% más en febrero próximo, debido a que a los $ 156 por mes que desembolsa actualmente se le sumarán $ 65 este mes y otros $ 40 en febrero. El impacto pleno del incremento llegará en la factura de marzo próximo. Esa porción de consumidores representa al 30% de la demanda total.
En tanto, un usuario que demande hasta 300 kWh/mes pasará a pagar $ 514, contra los $ 309 de la actualidad. Eso representa un ajuste de 66%.
En el extremo más alto de consumo (hasta 900 kWh/mes), quien hoy recibe una
factura de $ 1515 deberá desembolsar $ 3047 a partir de febrero próximo, con una
suba de 101%.
Aranguren explicó que "el aumento que recibirá un usuario de todo el país, con excepción del AMBA, será de 19% promedio ponderado a partir de diciembre, y del 12% a partir de febrero, con un acumulado del 34% en total".
El caso del gas es más sencillo, dado que las subas no están escalonadas. El aumento en la factura promedio es de 45 por ciento.
Si se toma en consideración la zona de concesión de Metrogas, la distribuidora más grande del país, un usuario de bajo consumo -hasta 25 metros cúbicos (m3)- pasará a pagar desde este mes $ 201, contra los $ 127 que le costaba el servicio hasta ahora. Eso representa una suba de 58% que se notará en la factura de enero próximo.
Un cliente intermedio, de los denominados R3 1, con un consumo de 98 m3 mensuales, desembolsará $ 892 desde este mes, un 44% más que los $ 618 de hoy, y un usuario llamado R3 4, que consume hasta 210 m3 por mes, deberá desembolsar $ 2342 desde ahora, un 40% más.
Aranguren sostuvo que los nuevos cuadros tarifarios implican que "en promedio a lo largo de un año, el 36% de los usuarios residenciales recibirá una factura media mensual [con impuestos] menor a $ 250 y el 57%, menor a $ 500". El funcionario también agregó que los ajustes "son necesarios para entrar en un sistema de generación eléctrica y de gas sustentables en el tiempo y que reduzca nuestra dependencia de la importación, para así lograr que se genere más trabajo en la Argentina".
Tarifa social y descuentos
Para ambos servicios continuará el beneficio de la tarifa social, que les permite a los sectores desfavorecidos en términos económicos pagar menos.
Tras las críticas que recibió en las audiencias públicas que se hicieron el mes pasado, el Gobierno revisó los criterios para su aplicación.
En aquella ocasión había propuesto que los usuarios de gas debían ahorrar hasta 30% en comparación con el consumo de 2015 para obtener una bonificación del 10% sobre el precio del gas, pero ahora redujo a 20% ese valor.
Según los especialistas, quienes tengan grandes consumos tienen muchas más chances de disminuirlo para obtener el aumento que los sectores de bajo consumo. En el camino aparece otro aliciente: el Ministerio de Energía dispuso que la comparación no se haga contra el año anterior, cuando los anuncios de aumentos comenzaron a cambiar la conducta de los consumidores, sino contra 2015, cuando las señales de precios todavía no invitaban al ahorro.
Pese a los aumentos, los clientes residenciales seguirán teniendo un alto nivel de subsidio por parte del Estado. Tras el último ajuste, el precio promedio del gas mayorista que paga la demanda pasará de US$ 3,77 a US$ 4,19 el millón de BTU, por lo que el Estado seguirá aportando un 38% de lo que cuesta (antes del aumento ese valor era de 45%). Los próximos aumentos del gas serán en abril y en octubre del año próximo. En ese momento, el Gobierno aportará un 23% en subsidios.
En el caso de la electricidad, el Estado cubrirá el año próximo un 18% del costo del servicio a través de subsidios. Su próxima suba sería en febrero. Los valores del gas mayorista para las estaciones de GNC también aumentarán. Su traslado a los precios finales dependerá de la decisión de las bocas de expendio. Y habrá ajustes para la industria, que el año próximo casi no tendría subsidios.
En el caso del gas en garrafas, el valor del cilindro de kilogramo, que hasta ayer costaba $ 135, a partir de ahora costará $ 185.
En este segmento, los subsidios que aplica el Gobierno pasarán de $ 115 a $ 146, con lo cual el usuario pasará de pagar $ 20 a $ 39.
"Somos importadores del 25% del gas que estamos consumiendo. Eso en un país que es abundante en recursos hidrocarburíferos es un sacrilegio; tenemos que recuperar la inversión que nos lleve a tener precios cada vez más bajos en la energía", explicó el ministro en el momento de justificar los aumentos.
Desde mediados de 2019, la luz sólo debería subir en línea con la inflación.