El presidente Mauricio Macri se metió de lleno ayer en los problemas del sector lácteo. Escuchó planteos, dio instrucciones y consejos y comprometió a los presentes a mantener otro encuentro dentro de dos meses. Si bien no hizo promesas de medidas, fue la primera vez que el jefe del Estado recibió en pleno a una mesa sectorial integrada por productores, industrias y supermercados, y eso ya dejó satisfechos a los distintos eslabones de la cadena.
Acompañado del vicejefe de Gabinete Gustavo Lopetegui; el flamante ministro
de Agroindustria de la Nación, Luis Miguel Etchevehere; el secretario de
Agricultura, Guillermo Bernaudo; el jefe de Gabinete de Agroindustria, Santiago
del Solar, y el subsecretario de Lechería, Alejandro Sammartino, lo primero que
escuchó Macri fue una radiografía de cómo es la lechería argentina. Es una
cadena con 10.000 tambos, 700 industrias, dos millones de vacas, una producción
diaria de 25 millones de litros, 100.000 empleados entre todos los eslabones y
un valor productivo total de 9700 millones de pesos, equivalente al 1,7% del PBI.
De la agenda de temas, lo más destacado vino por el lado del planteo de la transparencia. Hay quejas por la brecha de precios entre lo que cobra el tambero, pasando por la industria lechera, y el valor final de los productos en las góndolas. También hay planteos por la comercialización en negro que afecta a las firmas que operan en blanco.
Además, se mezclan reclamos en el interior de la cadena. El año pasado, el Ministerio de Agroindustria le había propuesto a la Comisión Nacional de Defensa de la Competencia (CNDC) que investigue en la cadena láctea conductas del sector industrial que podrían ser "facilitadoras de una cartelización", como el intercambio de leche entre las empresas que la necesitan para evitar pagar más a los productores. Defensa de la Competencia tendría lista una auditoría sobre este tema para fin de mes.
De todos modos, ayer el Presidente fue tajante. Dijo que no habrá intervenciones en el mercado lácteo y que los problemas entre privados se debían resolver en esa esfera.
"El Gobierno no va a intervenir, pero creo que con el tiempo se va a ir ordenando", dijo Jorge Chemes, vicepresidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA). Chemes se mostró sorprendido porque Macri "preguntó muchísimo, más de lo que pensábamos" antes del encuentro.
Una fuente oficial destacó que si bien se descartó cualquier intervención del Estado sobre el mercado, lo que se intentará hacer es "trabajar sobre los costos", ya sea logísticos, burocráticos y hasta fiscales para el sector. "Hay que hacer una revisión del perfil de los costos", señaló la fuente oficial.
Otro punto destacado en la agenda de ayer vino por el lado de la infraestructura. En este punto, Macri les recomendó a los presentes que presionen sobre los intendentes para el control de las tasas viales. Esto es, que lo que pagan por esas tasas vuelva efectivamente en forma de mantenimiento de los caminos rurales, muchos de ellos en malas condiciones.
"Macri pidió que haya un control [de lo gastado por las tasas viales] o que el manejo lo hagan los productores", indicó Máximo Russ, coordinador del Comité de Lácteos de la Sociedad Rural Argentina (SRA). En el encuentro había autoridades de Vialidad Nacional que se comprometieron a trabajar en algún tipo de soporte para los municipios que quieran abordar la problemática de los caminos.
Según trascendió, Macri se comprometió a hablar con el ministro del Interior, Rogelio Frigerio, para que haya un abordaje conjunto con las provincias.
En el encuentro también se habló de mercados. Entre otros puntos, se planteó que los negociadores que manejan el acuerdo Mercosur-Unión Europea sean cuidadosos con las protecciones que aplican varios países de Europa al sector. Tras la reunión, Etchevehere dijo que el objetivo del encuentro fue avanzar hacia "la eficiencia de los recursos en todos los eslabones de la cadena láctea".