Las mayores comercializadoras de commodities del mundo están a punto de agrandarse aún más, una estrategia que apunta a revertir la primera caída seria de ingresos que sufren en esta década y a combatir la presión sobre los márgenes en los mercados de petróleo, metales y granos.
El pronóstico, proveniente de la consultora Oliver Wyman, surge en un momento en que los principales traders de petróleo elevan sus volúmenes de manera agresiva y que se escuchan rumores de consolidación en todo el sector agrícola en medio de una superabundancia global de granos que deprimió los precios y la volatilidad.
La consultora, una de las pocas que sigue de cerca el sector de comercio exterior, sostiene en un informe nuevo que los ingresos brutos de la industria cayeron 6% a u$s 41.000 millones en 2016, por lo que necesita presionar para que haya mayor escala. Vitol y Mercuria, dos de las comercializadoras de petróleo más grandes del mundo, hace poco adquirieron partes de la división de energía de Noble Group. Glencore el mayor trader de metales del mundo analiza una fusión con la operadora de granos Bunge como posible camino para expandir su unidad agrícola.
"La industria de materias primas enfrenta una nueva realidad menos rentable", sostienen los autores de The Endgame for Commodity Traders (Fin del juego para las comercializadoras de materias primas).
"En unos pocos años, la industria tendrá un perfil diferente, un perfil que
estará aún más dominado por los mayores jugadores".
Oliver Wyman, que para elaborar el informe recibió el asesoramiento del cofundador de Trafigura, Graham Sharp, sostiene que los márgenes brutos del sector se mantienen en cerca de u$s 44.000 millones desde mediados de la década, pero que ahora están bajando.
Las más golpeadas fueron las comercializadoras pequeñas y medianas, definidas como aquellas que tienen menos de u$s 500 millones de margen bruto por clase de materia prima, las cuales según ellas experimentaron una volatilidad en sus ingresos 30% superior que los operadores más grandes.
La otra cara es que los traders más grandes pudieron capturar una mayor porción de las ganancias; dos terceras partes de la comercialización de petróleo y gas licuado va hacia aquellas con margen bruto superior a u$s 500 millones, el doble que hace seis años.
"La mayor resiliencia permitió a los mayores jugadores del sector asumir mayores riesgos y, a su vez, eso significó que están en mejores condiciones de cerrar acuerdos más grandes, más rentables y por varios años", asegura el informe.
Oliver Wyman identificó a Vitol, Trafigura, Glencore y a las divisiones de comercialización de las petroleras BP y Royal Dutch Shell como las mayores beneficiarias.
Menciona los u$s 9000 millones en acuerdos de préstamos garantizados con petróleo que Vitol selló en 2017 con Kazajstán e Irán, mientras que BP y Shell firmaron convenios a 15 años con PTT Thailand para que ésta les provea LNG.
La inversión en tecnología y automatización también ayudó a recortar costos operativos en una tercera parte, según el informe.
La digitalización y la tecnología cada vez se alejan más de las tareas administrativas; las principales comercializadoras ahora usan datos provenientes de satélites y radares para hacer el seguimiento de los flujos e inventarios de las materias primas, lo que les permite hacer operaciones más informadas en mercados turbios.
"Finalmente, la escala y la digitalización son ventajas que van de la mano", señala el informe. "Una alimenta a la otra".
Para que los traders chicos compitan en este entorno cada vez más competitivo quizás necesiten ganar escala asociándose con otros operadores en áreas donde todavía ofrecen una ventaja, continúa el estudio.
"Hay algo que es claro: El círculo de participantes capaz de seguir adelante se achica rápido, y el desafío para las comercializadoras hoy es enfrentar esta dura y fría realidad", concluye.