Octubre jugó a favor del cultivo. Otra vez, el clima dejó de lado las estadísticas, y el mes de las recargas hídricas quedó caracterizado por lluvias inferiores a lo que se esperaba. Con menores precipitaciones y temperaturas más acotadas, las epifitias que venían desarrollándose en gran parte del país se desaceleraron. Con mejores condiciones de llenado, las estimaciones de rindes volvieron a subir. Buenos Aires alcanzaría un rinde promedio de casi 35 quintales. Santa Fe quedaría muy cerca de los 34 qq/ha, y Córdoba, a una décima de los 32 quintales. A pesar de que los controles se han hecho, incluso incurriendo en dos aplicaciones y que los cultivos mejoraron sus condiciones, acecha el temor por los efectos de las enfermedades. ¿Puede bajar el peso hectolítrico del grano? ¿Aumentará el número de granos chuzos? Estos interrogantes dejan el rinde del trigo 2017/2018 envuelto en incertezas.

El clima también se ha puesto del lado del cultivo de maíz. El buen tiempo y las lluvias más acotadas permitieron retomar las siembras tempranas. El avance de la siembra nacional es del 40%. Se lleva implantadas 2,5 M ha de las 6,26 M ha de intención total. A pesar de los problemas de implantación en las áreas con excesos hídricos, las buenas condiciones alientan el desarrollo de los cuadros implantados, cuyo aspecto es muy bueno. Con rindes promedio y restando la superficie que se destinaría a consumo animal, la producción de maíz podría superar los 41,5 millones de toneladas.

En esta última semana hubo un gran avance con la siembra de soja. Ya se cubren más de 2,2 M ha, un 12% del total de los 18,8 M ha de superficie de intención. La siembra va recuperando terreno y está sólo 3 puntos por debajo del progreso que se tenía a esta altura del año pasado. Ante el retroceso de las lluvias de octubre, van quedando sin fundamentos los temores de que queden grandes áreas sin posibilidades de ser sembradas en esta campaña 2017/2018. La oleaginosa se afianza en el rumbo de alcanzar 54,4 Mt.

Trigo 2017/2018

Sin ajustes en superficie respecto de la anterior estimación, se mantiene la cobertura triguera de 5,40 millones de hectáreas, que representa un aumento interanual de 1,5% a escala nacional. A partir de un área cosechada estimada de 5,21 millones de hectáreas y una productividad promedio nacional de 31,3 qq/ha, se obtendría una producción de 16,3 Mt. Este volumen resultaría inferior al obtenido en la campaña anterior en 4,1%. Esta estimación de rinde tiene en cuenta las condiciones actuales de los lotes de trigo, de los cuales una buena parte tiene aún que atravesar etapas críticas en la formación de los componentes de rinde.

El típico mes de las recargas dejó acumulados por debajo de lo que suele ofrecer. En la última semana de octubre y con los primeros días de noviembre se fue recuperando la dinámica de lluvias moderadas. Otra característica de este último mes fueron los apartamientos de temperaturas. Las temperaturas fueron notoriamente inferiores a las de septiembre. El llenado de grano se ha visto sumamente favorecido. En este año, donde predominó el ambiente húmedo, con lluvias mensuales excesivas, y altas temperaturas, octubre le ha dado una gran oportunidad al cultivo. La amenaza de excesos hídricos y el avance de enfermedades, que cercaban la capacidad de producción, ha retrocedido.

Tanto en Chaco como en Santiago del Estero las condiciones no han sido las mejores, y han quedado limitadas las posibilidades del cultivo. En tanto sigue avanzando la cosecha, sin demasiadas sorpresas. En Chaco se espera un rinde promedio provincial entre 17 y 18 quintales, mientras que en Santiago del Estero se estiman algo más de 19 qq/ha.

Se perfila una campaña de buenos rindes en la provincia de Córdoba. Si bien hubo un retroceso en la condición
hídrica, sobre todo en las inmediaciones de Río Cuarto, en el noreste se recibieron mejores acumulados sobre las últimas dos semanas de octubre. El reciente evento de lluvias de esta semana también ha dejado su aporte. Pero los cultivos también han sido auxiliados por las reservas en niveles profundos del suelo. Se espera una productividad unitaria de 31,9 qq/ha en la provincia, casi un quintal más de lo que se estimaba hace un mes. Predomina una buena condición en los trigales, esperando esta campaña 4,3 Mt, nivel similar al obtenido el año pasado. 

En la provincia de Santa Fe ha mejorado la condición de los cultivos durante el paso de octubre. Las etapas fundamentales del cultivo se desarrollaron con una buena provisión de agua. Si bien hay zonas que pueden ser afectadas por fusarium, sobre todo en el norte del centro de la provincia, han subido las previsiones de rindes. Se estima un rinde provincial de 33,8 qq/ha ,un quintal más que hace un mes.

En la provincia de Buenos Aires se prevé un rinde promedio en torno a los 34,9 qq/ha y se estima que podrían no cosecharse unas 102 mil hectáreas. A diferencia del año pasado, cuando las lluvias de octubre volvían a tomar fuerza sobre buena parte de la provincia, luego de un invierno moderado, esta vez ha sido todo lo contrario. Las lluvias se han moderado en octubre tras un invierno y un setiembre con lluvias muy importantes sobre el centro y oeste provincial y el este de La Pampa. Esta tregua fue fundamental para bajar la presión hídrica que había puesto en jaque a prácticamente a más de la mitad de la provincia. Se ha podido llegar a realizar oportunamente las aplicaciones de control, manteniendo los buenos potenciales de rindes. Si se mantiene el clima fresco y las temperaturas resultan inferiores a las medias, y el agua colabora en el sudeste, los rindes de las principales zonas trigueras pueden seguir apuntalando los altos productivos de la provincia.

Al momento de corte de este informe, el avance de cosecha cubría 7% del área triguera, 1 punto más adelantado que la campaña pasada (caracterizada por bajas temperaturas que alargaron los ciclos). Los lotes que no podrán cosecharse sumarían aproximadamente 190.000 ha. El rinde promedio nacional es inferior al de la campaña pasada, (33,0 qq/ha) ajustándose a 31,3 quintales por hectárea. De esta manera queda configurada una producción de 16,3 millones de toneladas para la campaña triguera 2017/18.
 
Maíz 2017/2018

Las lluvias de octubre y primeros días de noviembre resultaron oportunas para que los planes de rotación con el cereal se cumpliesen dentro de la ventana de siembra propicia de cada zona. El avance de siembra nacional alcanza al 40% del total intencionado. Los cuadros han quedado muy bien implantados, logrando excelentes recuentos de plantas por metro y están en muy buenas condiciones de crecimiento.

La superficie sembrada de maíz para la campaña 2017/2018 se estima en 6,26 millones de ha, guarismo que resulta similar que hace un mes. Subsiste la posibilidad de ajustes posteriores en la medida que se analice la evolución de las labores de siembra de noviembre y diciembre y cómo se den las condiciones para la implantación del maíz de segunda. De esta manera la superficie nacional de maíz sube respecto al ciclo pasado en un 7%.

A partir de los rindes observados en las últimas 5 campañas, y restando la superficie que se podría destinar a consumo animal, se proyecta al potencial ingreso de 41,5 millones de toneladas de maíz al circuito comercial.

Soja 2017/2018

Se afianza la superficie sembrada con soja en 18,8 millones de hectáreas, apenas un 1% menor que el año pasado, manteniendo la cifra publicada en el mes de octubre. Se ha sembrado el 12% del total, aumentando la actividad de siembra en esta última semana luego de las lluvias de fines de octubre y principios de noviembre. En este último frente, nuevas lluvias han llegado a sectores del oeste de Buenos Aires, este de La Pampa y centro sur de Córdoba, posibilitando en esta última seguir con la siembra de la oleaginosa. A pesar del rápido progreso de las implantaciones en esta última semana, hay un retraso en comparación con el promedio de avance de las últimas cinco campañas de diez puntos. Se trabaja rápidamente en estas jornadas aprovechando el buen tiempo.