Este tipo de actitudes contradice absolutamente el espíritu y los principios básicos de la seguridad jurídica y previsibilidad que el actual Gobierno pregona.
Este cambio abrupto adoptado por el gobierno nacional atenta contra el normal funcionamiento y la subsistencia misma de los pequeños y medianos productores de biodiesel. Asimismo, la baja del precio del biodiesel se produce en el mismo momento en que se aumenta el precio del gasoil en el surtidor, mostrando una incongruencia entre ambas medidas. Este año, entre enero y octubre, el biodiesel percibió un aumento del 5%, con esta baja al 4%, se calcula un acumulado anual de 1%, mientras que el Gasoil aumentó 24% en el mismo período.
Es paradójico, además, que en el mismo momento que como país nos defendemos de los golpes del mercado externo contra esta industria, atentemos internamente con el desarrollo de la misma.
Lamentablemente este cambio abrupto de las condiciones y reglas del juego pone en serio riesgo la continuidad no sólo del sector de los pequeños y medianos productores de biodiesel, sino también de todas las demás industrias que se motorizan alrededor de nuestra actividad, que genera aproximadamente 9.300 puestos de trabajo directos e indirectos.
Sin dudas que el sector del biodiesel representa una oportunidad para el país, es un aliado para acompañar en el camino hacia una Argentina energéticamente autosustentable, fomentar las economías regionales, el desarrollo de pequeñas empresas, la industrialización del agro y preservar el medio ambiente para las futuras generaciones.
Las empresas que integramos el sector de los pequeños y medianos productores de biodiesel nacimos por y para el Régimen de Promoción y Producción de Biocombustibles instaurado por la Ley 26.093, es decir, nacimos para enmarcarnos en una Política de Estado en materia de biocombustibles con fuerte acento en el desarrollo de las economías regionales, generación de empleo en el interior, el agregado de valor y la preservación del medio ambiente. Es por ello que invertimos y nos instalamos en el interior del país (nuestras plantas se encuentran en las provincias de San Luis, Entre Ríos, Santa Fe, Buenos Aires y La Pampa).
Fue esta Política de Estado, y su marco regulatorio, el motor para las inversiones privadas en el país. La producción de biodiesel es beneficiosa para la Argentina, genera un ahorro anual de divisas en el orden de 265 millones de dólares, ya que por cada tonelada de biodiesel producido se evita importar 1 tonelada de gasoil.
La producción de biodiesel surge como un eslabón al final de la cadena de valor de la soja, que permite agregar valor al aceite en territorio argentino. Dicho eslabón convierte un producto que el país exporta, el aceite de soja, en un producto que el país importa, el gasoil.
Esperamos que se pueda revisar esta resolución involucrando a todos los actores afectados, para llegar a un consenso común en pos del desarrollo de un país sustentable y con la seguridad jurídica necesaria.