Funcionarios nacionales y provinciales destacaron el descenso de la deforestación desde la aprobación de la ley de bosques, aunque reconocieron que existen problemas para fomentar el uso sustentable de los bosques y evitar desmontes.
El ministro de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, Sergio
Bergman, consideró que haber pasado de 300.000 hectáreas deforestadas por año a
136.000 en 2016 es "un descenso razonable". Y añadió: "Para un país en
desarrollo, tener una tasa de pérdida de bosques de alrededor del 0,5% resulta
razonable". Adelantó que la meta es "alcanzar antes de 2030 una deforestación
cero".
Respecto de los fondos que deberían destinarse por ley para fomentar en las
provincias la conservación de bosques, que representa el 8% de lo que debería
ser, Bergman explicó que "hay jurisdicciones que adeudaban rendiciones desde
2009", por lo que "continuar inyectando fondos en un sistema de esas
características, que no garantiza ni la eficiencia ni la transparencia, no tenía
sentido". Y agregó: "Estamos firmando convenios con las provincias que adeudan
rendiciones para encontrar mecanismos para sanear esos pasivos, y acordando
lineamientos estratégicos para que el financiamiento baje al territorio con
mayor efectividad".
En Chaco hicieron una lectura positiva de lo ocurrido en los últimos diez
años, aunque remarcaron que existe un desfinanciamiento de la ley. "Si el fondo
se hubiese constituido como correspondía, en lugar de tener este año $ 10
millones para repartir entre 128 proyectos que buscan conservar bosques nativos,
deberíamos tener $ 300 millones para repartir en 1000 proyectos. Al no tener
todas las herramientas, tal como indica la ley, uno tampoco le puede exigir a la
ley el mayor rendimiento", afirmó el subsecretario de Recursos Naturales de
Chaco, Luciano Olivares.
Indicó, en tanto, que los cambios de categorías de varios predios, como es el caso de Las Rejas, en su provincia, se hicieron respetando "la resolución 236/12 del Consejo Federal de Medio Ambiente que estableció un mecanismo para aquellos predios que, por diferentes cuestiones, como errores o falta de información técnica, se le asignaron erróneamente una categoría de conservación".
En Santiago del Estero también destacaron un descenso leve desde 2007 y más pronunciado desde 2009, aunque reconocieron que la mitad de las 26.000 hectáreas deforestadas el año pasado fueron ilegales. "El 50% han sido desmontes con permiso para sistemas de ganadería silvopastoril, donde se sacan los arbustos y quedan los árboles grandes. Y el otro 50% son desmontes sin autorización, y en todos los casos se iniciaron sumarios. Esos campos están cautelados, por lo que no los pueden vender ni producir", expuso Abel Rosales, director de Bosques del gobierno provincial, y enfatizó que "con el 5%" de los fondos que debieron haber recibido por ley de Nación para fomentar el uso sustentable de los bosques lograron "reducir un 80% el desmonte", al pasar de una deforestación de 113.000 hectáreas anuales para el período 2008-2011 a las 26.000 de 2016.