Su distribución fue en general apropiada ya que fue modesta en las zonas más comprometidas por los excesos hídricos y oportuna para otros sectores que aún transitan el período de floración. A gran escala, las deficiencias quedaron restringidas a un área limitada del sudoeste cordobés, impacto menos notorio a medida que nos desplazamos hacia el este.

Debido a que las siembras de esta campaña posiblemente hayan sufrido atrasos generalizados a causa del otoño tan húmedo, es posible que gran parte del trigo de la franja central aún se presente en una etapa de gran demanda, la cual de haberse implantado en fecha quizá ya se hubiese superado. La situación a la fecha para un calendario ideal es la que muestra en el mapa.


Gran parte del trigo tributario de Rosario, presenta valores de humedad que a la fecha pueden considerarse, como mínimo, adecuados. El gradiente es rápido hacia el oeste, con una franja de reservas regulares que orilla la sequía en la zona de influencia de Río IV, zona donde particularmente las lluvias no han encontrado una recuperación adecuada. Aparece también un retroceso de las reservas en el sudoeste de BA y el sur de LP, donde los suelos livianos pierden rápido la humedad tras el tránsito de algunas semanas secas. Igualmente esta zona a diferencia de Río IV ha tenido un invierno mucho más húmedo, inusualmente húmedo podríamos decir. El núcleo triguero principal del sur, sudeste de BA, se viene recuperando de los excesos. Tampoco se han concretado lluvias destacadas en la zona y eso está ayudando a una normalización del sector, algo muy favorable de cara a la proyección de área para la gruesa.

Las lluvias previstas en el corto plazo pueden auxiliar zonas del oeste cordobés, aunque es posible que este auxilio sea tardío. Vemos entonces que algunas zonas están perdiendo potencial de rendimiento por sequía, a la vez que venimos de un inicio de campaña donde muchas hectáreas se mantuvieron fuera de aptitud debido al gran despliegue de excesos. Las zonas del este que se implantaron han sufrido generalizados problemas de enfermedades.

El análisis de estas circunstancias conduce necesariamente a no ser demasiado optimistas en cuanto a los niveles de producción: área se perdió porque no se pudo sembrar por anegamientos o falta de piso, las zonas implantadas han transitado su desarrollo bajo un contexto de mucha presión sanitaria y hacia el oeste cordobés, la falta de agua no se ha podido resolver.