El efecto de las elecciones activó la primera decisión de fondo. Por primera vez desde que asumió, el presidente Mauricio Macri se prepara para anunciar la convocatoria a un gran acuerdo nacional para avanzar con "las reformas que necesita el país". El encuentro, que será la semana que viene -posiblemente el lunes-, incluirá a los gobernadores, senadores y diputados, sindicatos, la Justicia e intendentes.
El contundente triunfo de anteayer terminó por convencer al Presidente de
avanzar con la invitación a distintos actores políticos y económicos de la
Argentina, algo que evitó desde que se hizo cargo del Poder Ejecutivo. ¿Qué
cambió? Lo que antes era tomado como una señal de debilidad hoy se convirtió en
un acto de fortaleza. Así lo creen el jefe del Estado y sus principales
asesores.
Aún se están terminando de ajustar los detalles y cursando invitaciones, por eso
el Presidente evitó dar precisiones en la conferencia de prensa que dio ayer en
el Salón Blanco de la Casa Rosada. Pero el temario que les presentará a los
interlocutores incluye la aprobación del presupuesto, una nueva ley de
coparticipación, la reforma tributaria y fiscal.
Pero eso no es todo, en el listado también están presentes las reformas política, educativa y de la ley de Ministerio Público Fiscal, esta última con el objetivo de remover a la procuradora Alejandra Gils Carbó. También estará presente la discusión para introducir cambios en el Consejo de la Magistratura, en el marco del plan de Justicia 2020.
"Entramos en una etapa de reformismo permanente. La Argentina no tiene que parar, no tiene que tener miedo a las reformas. Nos va a ayudar a vivir mejor. Éste es un camino largo, nadie nos va a regalar nada. Éste es el camino que nos lleva a una sociedad más justa, a un país que se basa en la cultura del trabajo", dijo ayer el Presidente.
La reunión, según confió un integrante de gabinete, será en "un lugar neutral". En la Casa Rosada quieren evitar la figura de Macri como anfitrión. Por eso estaría casi descartada la quinta presidencial de Olivos. Las opciones que se evalúan por estas horas son el Centro Cultural Kirchner o Tecnópolis.
En el Gobierno dan por descontada la presencia de la mayoría de los mandatarios provinciales -las única dudas son el puntano Rodríguez Saá y el pampeano Carlos Verna-. También, la cúpula de la CGT, más la presencia de los interlocutores del Gobierno más cercanos con el mundo sindical. Una de las sorpresas de la convocatoria será la presencia de los integrantes de la Corte Suprema de Justicia, con Ricardo Lorenzetti a la cabeza. A ellos se sumarán los jefes de las bancadas de ambas cámaras, algunos jefes comunales y las cámaras empresarias.
Según pudo saber LA NACION, Macri quiere juntar a todos para presentarles su plan, pero también "quiere escucharlos". Después de la fotografía grande, llegará el momento de negociar sector por sector. "No se puede avanzar con todos al mismo tiempo", se atajó un hombre con acceso diario al despacho presidencial. La negociación principal será con los gobernadores, anticiparon en la Casa de Gobierno.
"Vamos a hacer algo razonable. Seguramente se lleven más de lo que pierdan. Vamos a tener un país federal en serio", sostuvo uno de los hombres de máxima confianza del Presidente.
El respaldo electoral que consiguió anteayer, especialmente el triunfo en el territorio bonaerense, terminó por convencer al Presidente del camino que eligió. "La Argentina no tiene que tenerles miedo a las reformas, porque representan la posibilidad de crecer", dijo el Presidente ante la pregunta de LA NACION. Según dijo, "convocará lo antes posible" a los mandatarios provinciales porque son "jugadores importantísimos; hemos hablado con ellos, esperemos que se sumen de todos los partidos".
"Ayer dije que en esta elección ganó el diálogo -agregó-, un diálogo que tiene que crecer en todos los sectores y todas las regiones, que ansiamos que sea en ámbitos que han sido siempre cerrados. Hay que generar las herramientas que le den la convicción a cada argentino de que le va a ir bien. Venimos de años en donde el vivo, el que mintió, sacó ventajas".
Macri, además, volvió a descartar una reforma laboral. "Generar trabajo es la herramienta fundamental para reducir la pobreza. Vamos a trabajar sector por sector, ya empezamos. Hoy tenemos dos problemas: gente que no tiene trabajo y la mitad de los argentinos que trabajan en negro", sostuvo el jefe del Estado.
Las negociaciones para avanzar con la ley de blanqueo laboral deberán estar finalizadas antes de marzo próximo. El plan que ya puso en marcha el ministro de Trabajo, Jorge Triaca, es que haya un resultado concreto antes del comienzo del nuevo año legislativo para permitir la formalización de hasta un millón de trabajadores.
Fue un día especial para Macri y su equipo. Pese al cansancio evidente después de una larga jornada, todo eran sonrisas entre sus colaboradores. Ahora buscará una fotografía que hasta ahora había evitado: "Todo el círculo rojo en un mismo salón", dijo, divertido, uno de sus colaboradores. Será, sin dudas, una muestra del nuevo reparto de poder que dejaron atrás los comicios.
Desde la fortaleza
Del editor
Desde que llegó al Gobierno, el macrismo ha rechazado la posibilidad de hacer una gran convocatoria nacional, por considerarla una puesta en escena inconducente. Sin embargo, ahora lo hará. ¿Qué cambió? La correlación de fuerzas. Antes de las elecciones se sentía en situación de fragilidad política y un llamado así hubiese sido visto como síntoma de debilidad. Con el triunfo asegurado lo hace desde la fortaleza de los votos, lo que le permite definir las reglas de juego.