La iniciativa, que fue confirmada por dos empresarios de compañías líderes, será el resultado de meses de estudio de los "vericuetos" de las decisiones públicas. Se anticipa que este decreto sería sancionado en las próximas semanas, después de las elecciones de medio término.
La iniciativa sería el resultado de la orden que cotidianamente el presidente Mauricio Macri les fue dando a sus colaboradores más inmediatos desde el inicio mismo de su gestión, en el sentido de "eliminen una o dos regulaciones por día". La presión del primer mandatario determinó una amplia compilación de trabas burocráticas que a la brevedad serian suprimidas vía decreto.
En el discurso que brindó ante un salón colmado de empresarios, Macri se refirió a que "estamos rodeados de miles de trabas" y afirmó que "hay que sacar obstáculos absurdos".
Desde el entorno más cercano al Presidente se señala que Macri está dispuesto a dar una batalla frontal contra los sobrecostos argentinos. En este sentido, uno de sus más estrechos colaboradores, el ministro de la Producción, Francisco Cabrera, ha elaborado un cuadro de la competitividad argentina en el que, entre otras informaciones, se determina por provincias y por municipios, cuánto le cuesta a una empresa radicarse en los distintos territorios. El objetivo: que las jurisdicciones compitan entre ellas en la atracción de inversiones mediante la baja de tributos y otras cargas.
En fuentes cercanas a la Casa Rosada se descarta que vaya a haber un recorte, al menos significativo, en la cantidad de ministerios. Es que, según el pensamiento oficial, lo que encarece los costos argentinos "no es que haya un ministro más o menos, sino las regulaciones o las malas prácticas", sostienen. A modo de ejemplo citan el caso de la extorsión gremial llevada adelante por "Pata" Medina, el dirigente de la Construcción. En el gobierno dicen que, al sacarlo de circulación lograron reducir 40% los costos de la construcción en La Plata.
Pero no es sólo una cuestión gremial. Los sobrecostos argentinos se vinculan a muchos aspectos. Por ejemplo, el gobierno redujo los aranceles para la importación de computadoras. A meses de la medida, desde el oficialismo señala que la realidad demostró que eran infundados los temores de "miles de obreros en la calle" y lo que terminó pasando, remarcan, es que el sector se reconvirtió y las computadoras están llegando más baratas a los consumidores.
Por tener bajo su órbita un área clave, ya que se vincula a la logística, el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, es uno de los funcionarios que más activamente está trabajando para bajar los costos argentinos, señalan en el Gobierno.