En los últimos días, los mercados internacionales se desenvolvieron en suba. En Chicago, durante la semana pasada, las jornadas fueron positivas.
Un elemento alcista vino de la mano del clima en EE.UU. La cosecha allí avanza muy lentamente a consecuencia de las persistentes precipitaciones que sufre. Las inclemencias del tiempo que llegaron de desde el Caribe también tienen sus consecuencias en territorio norteamericano.
Otro elemento que favorecería la fortaleza de los precios viene de Brasil. Y es respecto a la campaña 2017/18.
Hasta hace poco se proyectaba un producción de109,98 millones de toneladas. Es decir casi ¡120 millones! Pero ahora, se calcula un volumen en 3,6% por debajo del récord de la campaña 2016/2017, de 114,08 millones, tal lo informado por la Compañía Nacional de Abastecimiento, dependiente del Ministerio de Agricultura de Brasil.
La baja sería consecuencia de una menor productividad.
El tiempo tiene la última palabra respecto a la producción de América del Sur, ya que por ejemplo, como sabemos, podrían quedar muchos lotes sin sembrar en la Argentina por exceso de humedad.
Sin embargo, vale destacar la situación de reservas muy elevadas no sólo en nuestro país sino también en el resto del mundo, a resultas de las granes producciones en Brasil y EE.UU. y también de Paraguay, Canadá y Ucrania.
De esta manera, la relación stock / utilización en soja a nivel global es una de las más elevadas de los últimos 10 años.
En un mundo donde, a corto plazo, no se advierten signos de aumento en el consumo, tal cuadro podría repercutir en los precios.