También estuvieron presentes en la reunión: el vicejefe de gabinete, Gustavo Lopetegui; el ministro de Agroindustria de la Nación, Ricardo Buryaile; el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne; el ministro de Transporte de la Nación, Guillermo Dietrich; el secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca del Ministerio de Agroindustria de la Nación, Ricardo Negri; el jefe de gabinete del Ministerio de Agroindustria de la Nación, Daniel Asseff; el subsecretario de Desarrollo Urbano y Vivienda del Ministerio del Interior, Iván Kerr; el titular de la Unidad Plan Belgrano, Carlos Vignolo; y autoridades de la Aduana. Del encuentro, participaron los gobernadores de Corrientes, Ricardo Colombi; de Entre Ríos, Gustavo Bordet; y de Misiones, Hugo Passalacqua.
Es la primera vez que un presidente de la nación recibe a todos los eslabones de esta cadena de valor, que genera 194 mil empleos formales y que está trabajando en los consensos para construir una agenda en común con el objetivo de profundizar la competitividad y aumentar la producción y el empleo.
Hoy hay 1,3 millones de hectáreas cultivadas, y el potencial de la forestación argentina podría alcanzar las 3,5 millones. Sin embargo, sólo se está industrializando el 50% (10 millones de m3 de madera quedan sin cosechar).
La agenda de trabajo en competitividad, propuesta por la mesa foresto industrial, incluye inversiones en infraestructura y logística y cambios a nivel legislativo para fomentar la producción forestal y la instalación de plantas de celulosa y papel. Así como también, la promoción de la construcción de viviendas en madera y la generación de energía térmica y eléctrica con biomasa.
Las metas planteadas son las siguientes:
Aumento de las exportaciones. El actual excedente en madera podría generar divisas por 500 millones de dólares al año.
Inversión en plantas de celulosa y papel. Argentina podría tener madera para tres o cuatro plantas de celulosa y papel, como las que funcionan en Brasil o Uruguay. El sector genera 194 mil puestos de trabajo formales. Solo utilizándose la materia prima disponible, esa cifra se duplicaría.
Construcción de viviendas de madera. Hay disponibilidad para construir 50 mil viviendas anuales, que ayudarían a paliar el déficit habitacional.
Inversión en plantas de energía de base biomasa. La calefacción con chips de madera podría reducir en un 40% el consumo de energía en los lugares donde no llega el gas natural.