Hace una semana, la Unión Europea (UE) anunció su voluntad de bajar las tasas de importación al biodiesel argentino, en conformidad con una decisión de la OMC.
"Demandamos que haya un procedimiento de denuncia fast-track", anunció Arnaud Rousseau, presidente de la Federación francesa de productores de oleaginosos (FOP). Esta vez no se trataría de un procedimiento antidumping, sino antisubvención, a imagen de la decisión tomada en agosto por Estados Unidos.
"El gobierno argentino no aplica impuestos al biodiesel para la exportación,
contrariamente al aceite de soja, al que aplica una tasa del 25%", explica un
conocedor del asunto, para quien se trata de una subvención disfrazada.
Tras el anuncio de Bruselas, cinco barcos cargados con biodiesel argentino han puesto proa hacia Europa, indica Rousseau, quien afirma que "el producto terminado argentino es más barato que el grano europeo".
Fustigó la "ingenuidad" europea, en tanto que Estados Unidos ha tomado "medidas fuertes", y subrayó que los biocarburantes representan 200.000 empleos en Europa, de los cuales 20.000 están en Francia.
Según datos de la Bolsa de comercio de Rosario, Argentina es el mayor exportador de biodiesel del mundo.