El martes próximo tendremos un nuevo reporte de estimación de oferta y demanda mundial del USDA, que con las condiciones climáticas menos ciertas que la campaña pasada parece augurar algo de volatilidad. Veremos si el mismo resulta igual de “demoledor” que aquél de agosto, que sorprendió a los operadores esperando un recorte en la oferta, que nunca llegó. Lamentablemente, los antecedentes no son muy alentadores. En soja, desde 2014 que los operadores subestiman la cifra de septiembre. Para el maíz tampoco andan tan precisos, dado que entre 2012 y 2016 solamente no subestimaron los rendimientos esperados en 2015.
Cerramos con el clima, que necesitaría ser más húmedo para una óptima conclusión de ciclo. El recelo de los operadores también estaría en que las bajas temperaturas que están acompañando el llenado no favorecen la síntesis de ácidos grasos necesarios para que el porcentaje de aceite en grano no se deprima, en un panorama de marcado ajuste para este producto, fruto de las medidas ya conocidas con respecto al aumento de demanda local de este subproducto para transformarlo en biodiesel.
Ahora sí, nos despegamos de Estados Unidos, y nos centramos en nuestro país, que se encuentra en las vísperas de comenzar masivamente la implantación del maíz temprano 2017/18.
Panorama global argentino para la campaña gruesa 2017/18
De acuerdo con la BCR, el área total aumentaría un 1,15 %, lo que eleva en 0,5 M ha el total a 37,2 M ha, con el gran ganador siendo el maíz, cuya variación interanual de 7 % le permite alcanzar las 6,3 M ha. Le sigue el girasol, que crece un 5 %, y llega a las 2 M ha, luego de mucho tiempo. Por el lado de los perdedores, tenemos a la soja, que retrocede 2 %, a 18,7 M ha. Las causas no son ningún misterio. Primeramente, los mejores márgenes del maíz y en segundo término el panorama de precios locales presionados por una oferta inicial de 15 M tn, justificada principalmente por la retención de mercadería de los productores. Las causas de esto exceden el fin del artículo, pero se podría afirmar que entre la quita de retenciones esperada para el año próximo, sumado a la rentabilidad que exhibieron los cereales, la misma se comprendería. Por último, el sorgo retrocedería también un 2 %, como consecuencia del aumento del área maicera.
Panorama soja 2017/18
Así las cosas, desde la institución rosarina, estimando rendimientos de 31,1 qq/ha de soja y 78,2 qq/ha de maíz, la producción sojera quedaría en 55,1 M tn y la maicera en 41,6 M tn. Con estos guarismos, sería la menor producción de la oleaginosa en 4 años, pero la contracara es, como mencionamos antes el gran stock inicial.
Al momento, y para comprender qué esperar de los precios hacia adelante, es bueno considerar cómo se encuentra la industria y la exportación. Al momento, de las 57,3 M tn 2016/17, el 57 % ya fue vendido, aunque un 48 % de esas 32,8 M tn todavía no tiene precio. Entonces, considerando la mercadería sin precio y aquella que está disponible para vender, totalizan 36,3 M tn, un volumen bastante alto, que parece que no va a permitir ver demasiados sobresaltos hasta que esté bien iniciada la campaña.
Con respecto a lo que está pesando en la toma de decisiones de siembra, además de los mejores márgenes que inclinan la balanza a favor del maíz, especialmente en campo propio, continúa la relación de precios de soja/maíz en valores bajos desde el punto de vista histórico, y también con aquella vislumbrada en CME. Por supuesto que es lógico, luego de la quita de retenciones al cereal, y el mantenimiento de las mismas para la oleaginosa. Pero eso no quita que sea ése el fundamento de un nuevo aumento de área en Argentina, cuando en EUA, con una relación normal (sin distorsión por retenciones) fue la oleaginosa la ganadora para el ciclo 2017/18, aumentando 2,5 M ha, que le cedió el maíz en su totalidad, prácticamente.
Márgenes por zonas
Con los precios actuales, y en campo propio, para N Buenos Aires y S Santa Fe, la mejor combinación es trigo/soja de segunda, seguido de maíz de primera. Para el sur de Córdoba, trigo/soja de 2ª y luego soja de 1ª. Para el S de Entre Ríos, la actividad que mejor margen bruto arroja es maíz de primera y luego trigo/soja. La situación cambia para el S de Buenos Aires, donde prevalece la soja de primera, seguida de trigo/soja 2ª.
Cuando consideramos los lotes arrendados, vale la pena aclarar que para zona núcleo, con un rendimiento mejorado, de por ejemplo 41 qq/ha y un rendimiento un poco por debajo de lo normal para el maíz, 95 qq/ha, los márgenes quedan iguales.
Con lo cual, y a modo de conclusión establecemos que el maíz vuelve a ganarle superficie a la soja por la relación de precio, y el margen superior aún en campo arrendado. En segundo término, que son los buenos rendimientos de las últimas campañas que permiten sostener lo anterior de manera casi absoluta. Tercero, que de poder colocar el cereal sin afrontar los costos de flete por ventas a consumos o mercado interno, el diferencial con la soja se vuelve formidable.
Consecuentemente, y con esta expectativa de aumento de área puede ser más que recomendable comenzar a cerrar algunos negocios para el cereal anticipadamente.
Para la soja, vale la pena comenzar a seguir de cerca los negocios de basis¸ que le permiten al productor local independizarse del mercado local, con fundamentos pesados, y atarse a Chicago, que estaría despegando luego de haber visto ya los pisos estacionales.
Por Mariano Bignon – BLD
Fuente: Agroeducacion