Para el analista económico Salvador Di Stefano el precio podría alcanzarse en
un marco de posible estancamiento del stock sojero.
"En la Capital Federal se ha creado el mito de que los productores de soja ganan mucha plata cuando la realidad muestra todo lo contrario", comenta el analista económico Salvador Di Stefano al evaluar un mercado dominado por altos stocks y bajos precios, luego de haber alcanzado máximos históricos hace apenas unos años.
"Estamos en un escenario de sobreabundancia de soja a nivel mundial. En 2010
hacíamos 50 millones de toneladas de soja frente a las menos de 100 millones que
hacían Brasil y Estados Unidos. Hoy, Argentina produce 57 millones contra más de
100 millones de cada uno de ellos. Esa mayor oferta ocasiona una baja de los
precios", analiza.
El especialista sostiene que en esos países se utiliza una mayor tecnología en semilla, lo que ha permitido aumentar los niveles de producción. "Además, al revés de lo que sucede acá, en Estados Unidos ahora está muy ajustado el margen de ganancia en maíz frente al de soja, que es mucho más holgado. Eso hace que los productores norteamericanos hayan incrementado el área con la oleaginosa", opina.
Ante este contexto, Di Stefano alienta al Gobierno a que reduzca la presión fiscal a los productores de soja, como sucedió con el resto de los cultivos. "Acá hay productores de entre 200 y 300 hectáreas. La mayoría son pymes agropecuarias, a diferencia de lo que sucede en Brasil o Estados Unidos donde hay latifundios. El Estado debería contemplar eso", sostiene.
Para el analista es necesario generar incentivos para que el hombre de campo produzca más y no guarde el stock. "El Gobierno postergó la baja de retenciones escalonadas del 5% y eso generó problemas de rentabilidad. No hizo un estudio de la cadena de valor que le hubiese permitido ver que el sector está en rojo. El Gobierno debería quitar las retenciones de forma más acelerada. Incluso, para que el impacto fiscal no sea tan grande, esa disminución podrían implementarla a cuenta del Impuesto a las Ganancias", reflexiona Di Stefano.
No obstante, de cara a 2018, Di Stefano evalúa que puede experimentarse una recuperación en el precio del commoditie, dado que la campaña norteamericana no tendría los mejores rindes. "Estados Unidos ya sembró y está en un mercado climático. No creo que alcancen una campaña récord. Por lo que no habría un incremento del stock. Además, el mundo comenzó a crecer nuevamente y China muestra indicadores muy buenos. Por eso considero que los precios van a oscilar entre niveles sostenidos y alcistas. Posiblemente lleguemos al rango de los 350/400 dólares durante el año próximo, una vez pasada la campaña americana. Aunque por ahora sería solo un rebote técnico muy lejos de los máximos históricos", detalla.
Para el analista rosarino, en Argentina podría haber una merma de la superficie sojera. "Creo que por la baja rentabilidad de la soja incluso puede reducirse un poco el área sembrada. Hay muchas zonas inundadas, poco dinero para la inversión inicial y los dueños de los campos están muy inflexibles en bajar los alquileres, que equivalen a unos 16 quintales por hectárea. Por eso, ante un panorama de recuperación del precio, sería bueno que ahora se generen condiciones para que los productores apuesten a la soja. De lo contrario se van a inclinar por el maíz", finaliza Di Stefano.