“La situación de la industria es compleja por diferentes razones. Tanto en el mercado interno como en las exportaciones. Por ejemplo, las ventas al exterior de mosto se desplomaron un 80%. En todo caso, es una situación que los productores no podemos manejar ni pudimos calcular. Pero creo que ya tocamos fondo”, sostuvo Walter Bressia, bodeguero y presidente de Bodegas de Argentina y vicepresidente de la Corporación Vitivinícola Argentina (COVIAR).
La entidad tiene 250 socios que representan el 60% del vino comercializado en el mercado interno en envases de cartón, el 80% del vino en botella y el 90% del total de vino fraccionado exportado por la Argentina.
Bressia aseguró que “el mercado interno está complicado tanto por los competidores -cerveza, aguas saborizadas, gaseosas- como por la pérdida de poder adquisitivo. El tema es particularmente serio para la demanda de vinos básicos, en cartón y ‘finitos’ (los embotellados más baratos). Encima, se notó muy fuerte la caída en la producción de uva, lo que generó una suba importante en el precio y la necesidad de importar vino a granel para ese tipo de productos. Encima, como pasó con todos, hubo subas en el resto de los insumos. Un dato: en 2 años pasamos de 24 litros de vino por persona y por año a 21 litros.
¿Y en el mercado de exportación qué pasa?
También tenemos problemas, sobre todo en el segmento de vinos de entre 6,99 a 9,99 dólares por botella en las góndolas del exterior. Esto implica un vino de, aproximadamente, 3 dólares FOB. Y hoy, la verdad es que no se puede exportar por menos de 4 dólares sin arriesgarse a perder plata o, al menos, casi sin ganancia. Un capítulo aparte es el tema del mosto, ya que prácticamente no hay stock para exportar por la fuerte caída en la producción de uva y un bajón en los precios internacionales. Sin embargo, si baja la inflación y se recupera algo el tipo de cambio, esto permitiría recuperar mercados externos.
¿Qué es peor para exportar: la suba de costos o el precio del dólar?
La suba de costos es el mayor freno a las exportaciones. Es lo más grave. En nuestra experiencia, los costos siempre van más rápido que el tipo de cambio.
Explica que “venimos de dos años de cosechas muy malas que significó una suba del 100%, en promedio, en el precio de la uva en dos años. Y en productos de muy buena calidad y sobre todo en el caso del malbec, que es lo que más se exporta, los aumentos fueron mayores. Hay que pensar que el 30% del costo de una botella de vino es la uva. También es muy grave el derrumbe en la exportación de mosto. La falta de uva llevó el precio local a unos US$3.000 dólares, mientras que el valor internacional ronda los US$1.500/1.700.
Más allá de la coyuntura productiva de estos años, ¿por qué Chile exporta más vino que la Argentina?
Tienen una política económica y de comercio exterior muy seria y coherente desde hace décadas. Firmaron acuerdos comerciales con países y bloques comerciales que les permiten exportar sin aranceles, a Brasil por ejemplo; un tipo de cambio sin sobresaltos y una inflación que este año rondará el 2%. Y tienen zonas especiales para producir vinos para todo tipo de bolsillo.