Tormenta perfecta
Los rodeos de cría de la cuenca del río Salado, en la provincia de Buenos
Aires, están en una situación muy comprometida por los excesos hídricos. "Los
lotes altos están totalmente pelados por el sobrepastoreo, y los bajos, llenos
de agua. Eso obligó a amontonar las vacas en las lomas, lo que triplicó la carga
animal en las mejores partes de los campos", observa un técnico que atiende
varias empresas ganaderas de la zona. Y agrega: "La situación es gravísima: las
vacas están pariendo en una condición corporal de 1,5 a 2, en una escala en la
que el máximo es 6, y pierden estado día tras día al usar sus reservas
corporales para producir leche y mantenerse en medio de un déficit alimenticio
severo". El ternero también sufre, porque recibe muy poca leche en un momento de
su vida en que depende mucho de ella.
"En la rutas 2 y 3 hay muchísimos casos de pastoreo de las banquinas con un boyero eléctrico y con una persona que cuida las vacas, y muchos camiones planos transportando rollos, cuya cotización se catapultó a $ 700-800, porque ya no hay en los campos de la cuenca", explica. Y advierte que si los criadores de la zona no hacen nada y siguen esperando solo el rebrote primaveral, "la preñeces serán bajas y se correrán a fin de año, porque la reproducción es una función de lujo y recién se concreta una vez que se atienden los requerimientos de mantenimiento y de producción de leche".
Energía más fibra
"Por más que llueva en septiembre, los campos pelados o encharcados de la cuenca recién rebrotarán en octubre y en los dos meses próximos hay que tomar medidas correctivas y dar alimentación suplementaria", aconseja el profesional. Seguir "pellizcando" el rebrote corto de un campo natural no garantiza ni remotamente la cobertura de los requerimientos diarios de una vaca parida en las ocho horas que le dedica al pastoreo. Frente a eso, el técnico recomienda concentrar el rodeo de cría en una superficie acotada pero que evite el hacinamiento y suministrar alrededor del 3% del peso de las vacas como materia seca sumando grano y suplementos fibrosos.
Así, propone entregar, por ejemplo, 4 kilos de maíz por día y por vaca como aporte energético (90% de materia seca), más 10 kilos de rollo como ingesta de volumen (80% de materia seca) o 20 kilos de silaje (40% de materia seca). El costo de la ración es muy variable de acuerdo con los ingredientes, pero puede partir de la base de $ 8 de maíz por día y por vaca y $ 16 de rollo. El asesor aconseja mantener ese planteo nutricional 30 días por lo menos, hasta que estén nuevamente operativos los lotes bajos, que constituyen la base de la alimentación de los rodeos en la zona. Más al oeste de la cuenca del Salado -en Tandil, por ejemplo- la alimentación suplementaria puede durar menos porque el agua se irá más rápido de campos con pendiente.
Tomar la decisión
La implementación óptima de esta suplementación nutricional se concretaría mediante el uso de un mixer, para moler los rollos y mezclar la ración, y comederos de chapa o lona estratégicamente dispuestos. Ese proceder permite alcanzar el mejor aprovechamiento de aquélla. Si no se cuenta con esas herramientas, hay que ofrecer los rollos con algún sistema que permita su consumo con poco desperdicio y desparramar el maíz en el piso con un boyero eléctrico, asegurando un consumo parejo de todos los animales. "Lo importante es tomar la decisión de suplementar y estar dispuesto a invertir recursos para mantener la condición de las vacas y la productividad del rodeo", destaca el profesional.
Añade que si en el campo hay sorgo, trigo o cebada de rechazo, "pueden suplantar tranquilamente el maíz en su función de suministrar energía y compensar la baja calidad de los rollos, siempre y cuando se asegure una ingesta que no provoque acidosis". La otra alternativa para enfrentar la falta de forraje -llevar las vacas paridas a otro campo pagando pastaje- es considerada "una locura" por el asesor. "Quien no vea el peligro que tiene por delante en las próximas semanas en los campos de la cuenca y deje que la hacienda siga perdiendo estado, lo va a pagar comprometiendo el estado de las vacas y de los terneros, y el porcentaje de preñez del próximo ciclo productivo", concluye el especialista.