La foto actual muestra a los números del lado del maíz, mucho mejor que la
soja y en una situación que se repite en gran parte, obviamente con excepciones,
de las principales regiones agrícolas. Cuando faltan pocos días para el inicio
formal de la siembra del cereal, que según la Bolsa de Cereales de Buenos Aires
alcanzará una superficie récord para grano comercial de 5,4 millones de
hectáreas, una mejora del 5,9% versus el ciclo pasado, la balanza con las
cuentas que hacen productores y técnicos se inclina en favor del maíz. Claro
está, vale recordar, que el maíz tiene 0% de retenciones contra 30% de la soja.
"En la zona núcleo, el margen neto del maíz, una vez descontados todos los
gastos directos (labores, semillas e insumos) y el arrendamiento, es de US$
132,4 por hectárea versus 46,4 dólares por hectárea de la soja", dijo Matías
Amorosi, de la consultora Globaltecnos SA, en un informe para la nacion. En el
modelo para llegar a estos números se consideraron un rendimiento promedio de
100 qq/ha para el maíz versus 40 qq/ha de la soja, precios de 150 y 250 dólares
por tonelada para el maíz y la soja, respectivamente, y un arrendamiento de 16
qq/ha de soja, equivalente a US$ 400/ha. El costo directo de producción se
calculó en 327 dólares para soja y en 508 dólares por hectárea para el maíz.
En tanto, en la región del sur bonaerense (Mar y Sierras), según Globaltecnos,
allí el margen neto del cereal alcanza los US$ 95,5/ha frente a 34 dólares/ha de
la soja. Para esa zona, los rindes tomados fueron 80 quintales en maíz y 32qq/ha
en soja, con un alquiler de 10 qq/ha, unos US$ 250 por hectárea.
Amorosi señala que si se compara con la campaña pasada el resultado esperado es
menor que lo estimado a igual fecha de 2016. Lo explica así: "En la zona núcleo,
en la campaña 2016/2017 el maíz daba una renta del 15% sobre el capital
invertido después de impuesto a las ganancias, mientras que en la 2017/2018
promete un 9,5%. En soja, la renta de 12% de la campaña pasada cae a 4% para la
2017/18", señaló.
Esto no invalida que el maíz está, al menos con la foto de hoy, con mejores números. Y lo ayuda las convenientes relaciones insumo/producto. "Se necesita 19% menos cantidad de maíz para adquirir una tonelada de urea respecto del promedio histórico de los últimos cinco años. Y las relaciones también son favorables para comprar glifosato (-29%), fosfato diamónico (-23%) y gasoil (-18%)", precisa el informe.
Otros técnicos pusieron la lupa sobre el maíz y contaron cuál va a ser la suerte del cultivo en sus regiones. "La intención de siembra de maíz en la zona (sudeste cordobés) ya cuenta con un piso de más de 20% respecto de la campaña pasada. Esto es porque hay muy buena disponibilidad hídrica y el maíz es uno de los cultivos que mejor correlaciona el agua útil al comienzo del cultivo en el suelo con rendimiento. Otro motivo es la buena relación entre costos y precio del maíz respecto de campañas anteriores", dijo Juan Pablo Ioele, asesor en la región. Ioele ve al productor buscando mejorar ya no sólo desde el lado del híbrido, sino también a la hora de fertilizar con nitrógeno y de innovar con los herbicidas residuales que, señaló, vienen logrando un mejor control de malezas difíciles.
Julio Lieutier, asesor en el norte bonaerense, recuerda que, producto de las retenciones en la soja, la relación de precios maíz/soja está "artificialmente inclinada a favor del maíz". De todos modos, con relaciones insumo/producto buenas, sostiene que seguirá la tecnología del año pasado en cuanto a intensificación con nitrógeno y fósforo. Y explica que se va a trabajar con mucho cuidado en la selección de los lotes y condiciones de siembra. "En muchas situaciones, la napa está demasiado alta o los suelos están muy saturados y a la menor lluvia se encharcan; eso implica el riesgo de pérdida de superficie. Si eso ocurre pueden pasarse a tardío para disminuir el riesgo, pero el costo de acondicionamiento se ha puesto carísimo. El maíz tardío cuesta dos a tres puntos más de secada que el temprano", sostuvo.
Para el centro oeste de Santa Fe, el asesor Carlos Grosso destaca que en la zona se va consolidando una tendencia de volver a rotaciones "normales", con más gramíneas, que comenzó la campaña pasada. Precisa que en campos alquilados de muy buena aptitud el margen favorece más al maíz, y remarca: "Se va a hacer mucho hincapié en buenas fertilizaciones y en tecnologías de herbicidas".
En la campaña también juegan los excesos hídricos. Alberto Marchionni, productor de Hughes, en el sur santafecino, contó que allí por las elevadas precipitaciones están haciendo agricultura por ambientes. En las partes altas metieron el trigo y en las medianas y bajas irán maíz o soja. Acotó: "Por la lixiviación de los nitratos, debido a las lluvias, vamos a tener que incrementar los fertilizantes nitrogenados".
Agustín Bilbao, de Agroestudio Viento Sur SRL, que tiene sede en Necochea, informó que este año habrá planteos con un 18% de maíz (16% en la campaña pasada) frente a un 11% de soja. Tanto en campo profundo como en someros se va a trabajar "sin escatimar en el precio de la semilla". Además, si el maíz futuro supera los US$ 150/tn y la urea sigue a US$ 300 y "monedas", seguramente se aumentarán las dosis un 10 por ciento.
"Este año, el maíz da US$ 240/ha y la soja US$ 95/ha de margen bruto, esto tomando un arrendamiento o un costo de oportunidad de US$ 300/ha, mientras que el año pasado el margen bruto estaba en US$ 220 y US$ 80/ha, respectivamente. Esto en campo profundo. En tanto, en campo somero (tosca) los márgenes brutos de este año serían para maíz 150 dólares por/ha y para soja 0, tomando un arrendamiento o un costo de oportunidad de US$ 200/ha", dijo el asesor. Bilbao aclaró que en campos con malezas resistentes el costo sube US$ 50/ha, o sea que es lo que baja el margen bruto.
La foto del maíz se desdibuja cuando se ve lo que sucede en zonas alejadas de los puertos, como en Las Lajitas, Salta, con costos según los productores iguales a la pampa húmeda, pero con rindes 50% menores y un flete a puerto de US$ 75 por tonelada. "El maíz en Salta sigue sin ser rentable y únicamente se siembra para darles sostenibilidad a los sistemas de producción", expresó Ignacio Pisani. En Salta se hicieron unas 255.000 ha el ciclo pasado y ahora esa superficie se mantendría o podría bajar algo. Se usarán "las mejores semillas" pero sin agregar fertilizantes ni fungicidas, explicó Pisani.
Del oeste al NEA
Para el oeste bonaerense, hoy afectado por fuertes anegamientos, Agustín Bellesi, técnico de la sucursal Red Surcos en la región, expresó que allí "hoy pensar en la próxima campaña de gruesa se les hace totalmente difícil a los productores, ya que todavía no han terminado en muchos casos la cosecha de maíz y en algunos la de soja". Entre un 30 y un 50% de la superficie útil se encuentra bajo el agua o con napas tan elevadas que imposibilitan trabajar.
Según el técnico de la empresa, por la disminución en la superficie útil también caerá la siembra del cereal. "Se proyecta que el mayor porcentaje (de cobertura de siembra de maíz) sea sobre campo propio, pensando desde el punto de vista de la rotación. En contraposición, disminuirá la superficie en campos alquilados apuntando más al cultivo de soja", dijo.
Por su parte, Juan Pablo Regonat, técnico de Red Surcos en la zona de Reconquista, en el nordeste de Santa Fe, señaló que allí la intención de siembra de maíz de primera es una suba del 10 al 15% versus el ciclo pasado. "La tecnología a utilizar será superior, ya sea en elección de híbridos de mayor potencial, con más tecnologías de protección en su genética y con una decisión de fertilización mayor", explicó.