La palta, esa fruta que los millennials de Estados Unidos y Europa pusieron
de moda para desayunar con tostadas y café, es uno de los ejes de la expansión
de una empresa multinacional argentina en América del Sur.
Se trata de la citrícola San Miguel, que ayer cerró el proceso de compra de la compañía peruana Agrícola Hoja Redonda (AHR) por US$ 64 millones de dólares que se había anunciado hace un mes. La otra fruta que despierta el apetito de esta firma es la mandarina, ya que AHR es la principal productora de Perú.
"Con esta adquisición nos aseguramos nuestra presencia en cuatro de los seis
países más importantes del Hemisferio Sur en producción de cítricos", explica
Gonzalo Tanoira, presidente de San Miguel. En la Argentina, la compañía es la
principal productora de limón. En Uruguay, se especializan en mandarinas,
mientras que en Sudáfrica su producción principal son las naranjas.
"Tendremos una salida por los puertos del Pacífico a la Costa Oeste de los Estados Unidos y a los mercados de Asia", dijo a LA NACION el vicepresidente de San Miguel, Martín Otero Monsegur.
Después de Brasil, Perú es el principal productor de mandarinas del Hemisferio Sur, con 401.000 toneladas anuales. Según un informe de la compañía, AHR se especializa en las variedades Tango y W. Murcottt "altamente valoradas" en los mercados del Hemisferio Norte "por tratarse de variedades sin semilla y de buen color".
En el caso de las paltas, Perú es el segundo exportador mundial detrás de México con 304 millones de dólares. La principal región productora es La Libertad, donde AHR tiene producción propia.
Tanoira dice que el modelo de negocios de San Miguel está basado en la demanda de los clientes. "Tenemos 200 en todo el mundo y nos requieren cítricos de calidad elevada, a partir de esa demanda fuimos ampliando nuestra oferta de producción", añade.
Además de mandarinas y paltas, la compañía que adquirió San Miguel produce y exporta uvas de mesa de variedades modernas. Entre las tres frutas suma un volumen de 28.000 toneladas anuales y cuenta con 1708 hectáreas, entre plantadas y próximas a cultivar, y una capacidad de empaque de 25 toneladas por hora entre cítricos y paltas.