El Consejo Internacional de Cereales (CIC) acaba de recortar su estimación global de producción de soja en la campaña 2017-18.
Ahora estima 345 millones de toneladas. Recordemos que el mes pasado calculaba 348 millones. Y aunque aún sigue siendo un volumen extraordinario, la buena notica es que se inclina hacia una tendencia a la baja.
En sus previsiones, el Consejo toma en cuenta los problemas climáticos sufridos, con sequías considerables, en países como Australia, los de la Unión Europea y EE.UU.
El informe semanal del Monitor de Sequía de EE.UU habla de una extensión del área bajo seca, aunque cierto es: ha habido lluvias localizadas.
La abrupta mejora en los valores a nivel doméstico, la mayor desde principios de años, ha movilizado durante lo semana pasada las operaciones.
En este cuadro, lógicamente, los fondos especulativos tienden a disminuir su posición neta vendida.
Los fondos acentúan las tendencias frente a los problemas climáticos que deberían afectar la producción de soja.
Como todavía -a diferencia del maíz- América del Norte no ha ingresado de lleno en la etapa crítica, es de esperar que los fondos se inquieten con el paso del tiempo en caso de que no se prevean abundantes precipitaciones.
Hasta el viernes pasado, se mostraban fuertemente tentados a la compra en lugar de la venta.
Probablemente, la jornada de hoy lunes ha sido de cierta toma de ganancias.
De hecho, Chicago cerró con bajas dada la difusión de pronósticos climáticos sobre temperaturas más reducidas y la posibilidad de lluvias. Pero, como se trata de pronósticos, no se puede aseverar nada.
En el Mercado a Término de Rosario (ROFEX), el contrato de soja fábrica septiembre se ubicó en 253 dólares y en el disponible en $ 4.350.
Contribuye a la baja del precio, la disminución de valor del dólar luego de varios días, en julio, de visible alza. La intervención oficial ha dado sus frutos.