No habían pasado siquiera 15 minutos de su exposición cuando el director general de Syngenta para Latinoamérica Sur, Antonio Aracre, hizo referencia al tema que tiene en vilo a buena parte de los actores de la industria semillera local: la demorada ley de semillas .
"Hoy la propiedad intelectual es un tema muy pendiente. No tenemos una ley de
semillas que garantice a las empresas que van a poder repagar sus inversiones",
dijo el ejecutivo hoy durante una conferencia de prensa realizada en el Hotel
Four Seasons, en la que brindó detalles de su reciente absorción por parte de
ChemChina por US$ 43.000 millones.
"El desafío de la Argentina sigue siendo generar las condiciones para poder
maximizar la productividad con miras a que los productores agropecuarios sigan
siendo los más eficientes del mundo y puedan producir commodities de la mejor
manera. Pero también debe generarse el contexto y el marco adecuado para que más
empresarios estén dispuestos a integrar esos commodities en una cadena
industrial", aseguró Aracre.
El directivo ofreció como ejemplo el uso de espuma de soja como relleno de
los asientos de las camionetas pickup que Ford fabrica en los Estados Unidos. "A
veces, cuando uno piensa en la soja piensa en porotos. ¿Pero quiénes pensamos en
los asientos de autos? Hay muchas más cosas en la producción agropecuaria que
los alimentos", dijo.
"Si logramos castigar menos la producción y fomentar más la inversión podemos
maximizar las oportunidades del país en los próximos 20 años porque ya sabemos
lo que pasó en los últimos 30 y las chances que perdimos", completó.
En diálogo con LA NACION, Aracre insistió en la necesidad de avanzar con la sanción de una ley de semillas. "Hemos tenido muchísimos contactos con el gobierno. Ellos son conscientes de que es necesario, pero bueno, son esas cosas que son tan sensibles que llevan mucho tiempo. Esperamos que entre este año y principios del que viene se pueda lograr.", sostuvo.
A su juicio, la ley aceleraría la llegada de nuevas inversiones, tecnologías y puestos de trabajo y brindó un ejemplo propio. "Tenemos un proyecto muy interesante. Es un nuevo trade biotecnológico en soja para el control de malezas con el cual estamos muy entusiasmados. Si tenemos la suerte de contar pronto con un marco regulatorio que proteja la propiedad intelectual de la semilla vamos a estar muy agresivos en el lanzamiento de esa nueva tecnología", afirmó.
Syngenta, que desembolsa entre US$ 30 y 40 millones de dólares al año en el país, prevé aumentar significativamente sus inversiones en "los mercados que mayores oportunidades expongan a futuro".
"Por eso -añadió Aracre- estoy tan deseoso de que la Argentina tenga ese marco regulatorio que le ofrezca a nuestra casa matriz la perspectiva de decir vale la pena invertir aquí, porque son 20 millones de hectáreas de soja y tenemos un marco regulatorio que lo favorece."
El tema llega a la OCDE
La secretaria de Mercados Agroindustriales, Marisa Bircher, dijo a LA NACION que el tema de la ley de semillas está contemplado en las negociaciones para ingresar a la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE). "Para nuestra accesión, el primer capítulo que se propone para analizar es el agrícola y estamos en condiciones de hacerlo", afirmó.
La funcionaria, que participó de un panel organizado por Syngenta, reconoció sin embargo que el tema no es central aún en el acuerdo comercial que el Mercosur discute con la Unión Europea. "La política comercial que estamos negociando tiene diversos temas. Este no es uno de ellos, a pesar de que el gobierno tiene una fuerte posición de trabajar en la ley de semillas", dijo.
La venta de Syngenta a ChemChina
Durante el evento, se ofreció una actualización de la compra de Syngenta por parte del gigante chino, que pagó US$ 47.000 millones por el 97% de sus acciones. En vista de este nuevo escenario, la compañía dejará de cotizar en las bolsas de Zurich y Nueva York, aunque no descarta volver a los mercados en los próximos tres o cuatro años con un 30% o 40% de su capital accionario.
En la región Latinoamérica Sur -Argentina, Bolivia, Chile, Uruguay y Paraguay- Syngenta tiene ingresos por US$ 650 millones de dólares, que representan cerca del 5% de la facturación global. Se trata de la tercera firma más importante en el rubro de las semillas y la principal en agroquímicos, con una cuota de 21% que planea llevar hasta el 25% a través de la adquisición de activos, especialmente aquellos que deberán desinvertir algunos de sus competidores, como Bayer- a causa de sus respectivas consolidaciones.