En el balance semanal, los granos mostraron comportamientos negativos en lo que a precio se refiere, siendo las mayores bajas para el maíz.
Los futuros de maíz encabezaron las bajas semanales en Chicago, con el
contrato julio retrocediendo alrededor de US$/tt 10, respondiendo principalmente
a un pronóstico climático más favorable para el Medio Oeste de EEUU, cuando
dicho cultivo se acerca a su fase clave de polinización.
Si dirigimos la mirada hacia el mercado local, vemos también un
comportamiento bajista como consecuencia de la inminente llegada del maíz de
segunda, combinada con el comienzo de la cosecha brasilera, que este año se
estima que logrará un record que supere los 100 millones de toneladas. En este
escenario, se debe recordar que, salvo eventuales contingencias, el peor momento
para vender es en la cosecha.
En cuanto a la soja también vimos una abrupta caída en los últimos y a la
hora de explicar el movimiento negativo nos encontramos con claros factores que
pesan en el mercado. En primer lugar las cosechas de Brasil y Argentina
confirmaron volúmenes altos y la reciente devaluación del real le dio más
competitividad a nuestros vecinos cariocas en el mercado internacional, lo que
generó una mayor oferta de soja. Por otro lado, no podemos dejar de mencionar el
incremento de área sembrada en Estados Unidos que contribuiría a aumentar la
oferta global, aunque es cierto que todavía la cosecha norteamericana no está
definida.
Localmente, la soja terminó la semana con las fábricas ofreciendo $ 3.650 por
la tonelada de soja contractual. Además de las bajas descriptas en el mercado
externo, a nivel local hay una gran cantidad de mercadería entregada a fijar por
productores, con cláusula de fijación hasta el 30 de junio. Los compradores que
venían pagando sobreprecios respecto a la paridad de la exportación, y poniendo
sobre la mesa gran parte de la ganancia de la industria, prefieren retrotraer
sus precios a valores más razonables para su capacidad de pago, ya que el
volumen que dejan de originar no es tan significativo como el ahorro que tendrán
por la fijación del saldo de la mercadería ya recibida. Con esta tendencia
bajista, todos aquellos que se perdieron de vender a $ 4.000 hoy están muy lejos
de lograr sus aspiraciones.
Finalmente, el trigo fue el producto que presentó el balance semanal menos
desfavorable. Pese a que el pronóstico climático brinda cierto alivio, la
situación para el trigo de primavera estadounidense continúa siendo complicada
por los daños que ha ocasionado la sequía. Las zonas comprometidas cubren casi
todo el estado de Dakota del Sur, con áreas de sequía extrema apareciendo en
Montana y Dakota del Norte. Al mismo tiempo, los excesos de lluvias del centro y
sur de las planicies trigueras causaron problemas de calidad y demora en la
trilla del trigo de invierno. Bajo este escenario, los analistas siguen
proyectando rindes de trigo en EEUU muy bajos por la caída en la condición de
cultivos tanto del trigo primavera y de invierno informada el pasado lunes por
el USDA. A su vez, en otros lugares del mundo también existen preocupaciones
climáticas. La sequía afecta a Francia y España, donde se esperan fuertes bajas
de producción, y en Australia, si bien se esperan algunas lluvias, las mismas no
lograrían revertir el estrés hídrico que está complicando al trigo.
Todo esto genera sin dudas expectativas de menor oferta para el ciclo 17/18, aunque el único inconveniente es que en el mundo hay muchísimo stock de trigo. Entonces, si bien una campaña con menor producción debería servir para contraer las existencias, no justificaría todavía que los precios se despeguen a niveles elevados.
Fuente: Centro de Gestión Agropecuaria