Las infusiones están en plena temporada alta, especialmente el té y café. De acuerdo con un relevamiento realizado por la consultora Kantar, estas bebidas concentran más del 38% de su facturación anual en los meses de más frío ;de mayo a agosto;, donde más hogares los suman a sus compras: el café molido y el té suman 1,2 millones de hogares en el periodo de mayo a agosto en comparación al resto del año; mientras que café instantáneo incorpora 1,6 millones entre su temporada alta y baja.
Pero no todas muestran picos: la yerba mate ;comprada por el 98% de los hogares en un año; no posee estacionalidad y acompaña a los consumidores tanto en meses de verano como de invierno. De cada $ 100 destinados a categorías de consumo masivo, ocho se quedan en infusiones, lo que representa un valor bajo en comparación con otros sectores. Es, por ejemplo, la mitad del peso que tienen los lácteos y un tercio del peso de alimentos, ya que las Infusiones demandan un desembolso de dinero más bajo que otros productos de la canasta.
Con todo, uno de los principales cambios en el segmento de las infusiones, es el crecimiento del café: con nuevos hábitos y un consumo cada vez más sofisticado, viene ganando espacio entre los consumidores argentinos. Aunque con números bajos con respecto a otros mercados, su consumo ;dentro y fuera del hogar; viene registrando un aumento sostenido en los últimos años, dando pelea a su gran competidor, el mate, infusión favorita de los hogares argentinos.
Hace diez años, el consumo per capita de café rondaba las 138 tazas y hoy la cifra es de 207 tazas promedio por habitante al año. Entre 2008 y 2016, por ejemplo, creció un 22%. El 71% lo compra en canales de retail y el 29% lo consume fuera de su casa.
"El consumo de café viene creciendo año a año. Siempre tomamos como base el consumo por taza. La cifra actual, de 207 tazas, se traduce en una taza cada dos días más o menos. Aunque en zonas urbanas, que son plazas más cafeteras, el consumo es mayor. Es bajo si se compara con países con Finlandia o Noruega, los principales consumidores, donde llega a 1100 tazas. Tenés un factor importante que es el clima, pero en la Argentina también hay mucha incidencia del mate", explicó Valeria Rodríguez Pardal, business manager Café & Nescafé Dolce Gusto de Nestlé Argentina.
El producto está en plena temporada alta: el 60% de su venta se concentra entre mayo y septiembre. "El café es una categoría estacional, pero cada vez menos, porque una de las tendencias que observamos es que crecen las opciones para su consumo frío, como el capuccino frío o bebidas donde el café está involucrado, con chocolate o crema, y que se consumen con hielo y que son fundamentalmente elegidas por los jóvenes. La estacionalidad de la categoría se ve menos impactada", destacó Rodríguez Pardal.
Desde la compañía, atribuyen el crecimiento del consumo per capita de café a varios factores. Por un lado, la innovación que tuvo la categoría en los últimos años, especialmente por el lanzamiento de café en cápsulas (con marcas como Nespresso o Dolce Gusto), que triplicó su volumen en los últimos dos años. Pero también el desembarco de cadenas internacionales que aggiornaron el concepto de bar y bajaron la edad de ingreso al consumo de café, que hoy ronda los 15 años, y que pusieron como protagonistas a los "baristas", más formados y capaces de instruir a los clientes sobre las variedades de café.
Con la caída del consumo masivo, las marcas también apelan a ofrecer opciones más económicas a los consumidores. En el caso de Nestlé desarrollaron packs de refill para sus frascos de marca Nescafé. "Estamos impulsando esta presentación en un contexto que está más complicado para el consumo. El consumidor tiene un precio más conveniente y lleva la marca líder del mercado", destacó la ejecutiva.